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Es en el año 2001 que nace en La Molina el Restaurante Los Cántaros, el cual ofrece a sus comensales lo mejor de la comida tradicional peruana en un ambiente cálido y acogedor de estilo colonial; volviéndose desde sus inicios una de las opciones destacadas en el circuito gastronómico del distrito.

Luego de ocho años operando y en pleno furor gastronómico en nuestro país, Los Cántaros se renueva y nace Jora Restobar en un ambiente más moderno e informal, pero con la misma exquisita cocina que siempre los caracterizó; y en donde la fusión del sabor que nace de una cultura gastronómica milenaria, la experiencia adquirida a través del tiempo y una moderna visión contemporánea de la restauración dan como resultado una moderna evolución gastronómica, brindando a los comensales una experiencia única.

Ubicado entre las avenidas La Molina y Javier Prado, Jora Restobar abrió sus puertas para convertirse en el punto de encuentro de un público joven que

va en busca de una noche divertida en un ambiente cómodo, elegante y sofisticado; donde la buena música, los mejores cocteles y una deliciosa

gastronomía se unen para brindar una experiencia memorable.

Sin duda una alternativa a considerar para calentar las noches de La Molina los jueves, viernes y sábado, donde se ofrece música en vivo, piqueos variados y una amplia y variada gama de cocteles a cargo del destacado maestro del pisco Enrique Vidarte, quien nos trae delicias como el Pisco Punch, Frozen Pisco Sour con Albahaca o La Chola Caprichosa con Cerezas.

Dentro de la oferta gastronómica de Jora Restobar encontramos el aguadito de mariscos, preparado a la cerveza negra y con ajíes soasados. Langostinos envueltos en tocino, servidos con papas nativas y ají de romero. O un tamalito de pato, suave y acompañado de sarza criolla. Cebiches o tiraditos, preparados con pescado del día o unas causitas mixtas, que se acompañan de frutos de mar en tartar.

Dentro de los platos de fondo, el sudado norteño de corvina, con piel de chicha de jora y acompañado de yucas amarillas es un imperdible. O el saltado capón de mariscos, con salsa de ostión, verduras chinas y 'tacutacu' de frejoles. Dentro de las carnes, encontramos la huatia de res, cocida en hierbas andinas y yucas piuranas; el cabrito lechal a la chicha de jora, servido con 'tacutacu' de pallares; o la sábana de lomo a lo pobre, servida con bizcochitos

al panko, 'tacutacu' y huevo, una opción que muchos querrán compartir.

No deje de probar las pastas con toques peruanos, como los canelones con salchicha de huacho casera o el espagueti al ají amarillo. Dentro de los postres, no se pierda el suspiro a la limeña clásico, de chirimoya o lúcuma; o el budín de pan y manzanas, servido con crema inglesa de tomillo y triple sec junto a una crujiente capa de caramelo.

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