Diego Trelles: “No me interesa ser un escritor de café, yo vivo”
Diego Trelles: “No me interesa ser un escritor de café, yo vivo”

Tras el éxito de Bioy (2012), novela finalista del Premio Rómulo Gallegos 2013 y con la que ganó el Premio Francisco Casavella, el escritor peruano Diego Trelles regresó de París para presentar Adormecer a los felices (Planeta, 2015), un libro de once relatos que tienen en común el humor y el racismo, ese mal que se niega a desaparecer de nuestra sociedad.

“En todos los cuentos está latente un humor doloroso, incómodo. Todos tienen impregnados la literatura, el arte. En el cuento sobre Celendín (Cajamarca), hay poemas enteros de Watanabe, de Verástegui, y hay referencia de Vallejo porque los niños están aprendiendo poesía peruana en medio de un conflicto contra las mineras”, detalla.

¿Qué otros temas abordas?

También están los cuentos de la vida de los escritores en el Perú, que desde la sátira aborda este escenario tan conflictivo que es el literario en nuestro país, que está lleno de egos, de pugnas, y que lo hace tan divertido y tan violento al mismo tiempo. En general, en estos cuentos hay una variedad estilística, pero que tienen en común este humor y temas que los unen, como el racismo.

¿Por qué decides regresar al cuento?

No he dejado de escribir cuentos. Yo cuando escribía Bioy, que por cierto acaba de lanzarse en Francia, paralelamente iba escribiendo estos cuentos, no tan orgánicos como Hudson el redentor (2001), que puede leerse como novela; en cambio este no. Yo soy un escritor que se siente cómodo en la novela y en el cuento y durante toda mi carrera pienso cultivar ambos.

En tu obra en general está presente la política...

También en mis columnas y en mi muro del Facebook. Soy bastante activo como ciudadano en el quehacer político del país. Vivo en Francia, pero sigo pensando en el Perú. Yo también sufrí la dictadura y esas cosas van marcando. Como escritor no me interesa pontificar; me interesa que mis libros abran una ventana para que el lector piense de una manera distinta, si es que desea hacerlo. Los dos motivos principales de mis obras son la literatura y sus miserias y la violencia y sus consecuencias.

Y el racismo no es ajeno...

Esa es una tara social destructiva, está presente en todos los lugares que he vivido. El Perú, se dice en uno de los cuentos, es un país estamental, con una pirámide muy clara; es un país donde hay cadenas humanas en la playa para que la plebe no se junte con la oligarquía. Eso me parece inverosímil. El racismo y la homofobia están impregnados en todos nosotros.

¿Qué tipo de escritores te interesan?

Los que tienen una conciencia bastante clara de que la literatura es una forma de vida. Nunca me ha interesado ser un escritor de café, yo vivo intensamente y eso produce, a veces y con suerte, historias y necesidad de contarlas. Siempre me han interesado esos escritores para los cuales la literatura era fuego, como William Faulkner, Vargas Llosa, Céline, Bolaño.

DATOS

Libro: Adormecer a los felices

Fecha: 2015

Sinopsis: Reúne once historias cortas y a las vez duras, con pinceladas de melancolía y humor negro, que atrapan al lector

TAGS RELACIONADOS