Literatura para el duelo: Experiencias de pérdida para afrontar el dolor
Literatura para el duelo: Experiencias de pérdida para afrontar el dolor

Parece ser qué, no solo de los buenos momentos se puede lograr un buen texto, también se puede conseguir lo mismo a través del dolor o la pérdida.

Muchos consideran que libros son como píldoras para el alma, y en momentos de duelo, la literatura logra aportar significativamente un consuelo para algunos. Aunque, cada ser humano vive las etapas de desconsuelo a su manera.

CARTAS AL CIELO

Ana Victoria Ríos es una escritora panameña y autora del libro Huérfana de hijo (2016), ella escribió en medio de la tragedia de perder a su hijo de 27 años: ‘Las palabras fluían a la par de mis lágrimas, pero entre más escribía, más cerca de mi hijo me sentía', dice la autora.

Esta tragedia le llevó a buscar la forma de mantenerse en comunicación con él y lo encontró en la literatura. "Comencé a escribirle cartas para establecer una especie de canal entre los dos. Y así surgió mi primera obra" comenta la madre.

Con sus 86 páginas la autora trata de continuar la labor de ayuda y apoyo que realizaba su hijo y así mantener la comunicación con ese ser a quien seguirá amando.

OTRAS OBRAS

Otros libros que tratan sobre pérdidas humanas y momentos de duelos son:

Tiempo de vida (Anagrama, 2010): El español Marcos Giralt Torrente escribió acerca de un tema universal —la muerte del padre—, repasando la compleja relación que mantuvo con el suyo hasta el día de su fallecimiento.

Lo que no tiene nombre (Alfaguara, 2013): Luego del suicidio de su hijo, la colombiana Piedad Bonnett escribió este libro en el que narra su propio duelo, y la vida y la muerte de ese joven con vocación de artista plástico.

La hora violeta (Random House, 2013): Pablo, el hijo del escritor español Sergio del Molino, falleció a los dos años por causa de una leucemia. Del Molino cuenta su vida como padre en un libro que funciona como una larga carta al hijo muerto.

Di su nombre (Sexto Piso, 2011): El estadounidense Francisco Goldman perdió a su esposa, Aura Estrada, cuando una ola le quebró el cuello en la costa mexicana. La vida de Goldman devino un infierno, y este libro da cuenta de ese tiempo transcurrido en completa oscuridad.

Canción de tumba (Random House, 2011): A los pies de la cama en la que agonizaba su madre, el mexicano Julián Herbert comenzó a llevar esta suerte de diario que repasa los pliegues más difíciles de la relación entre ambos.

Mi libro enterrado (Mansalva, 2013): El argentino Mauro Libertella escribió este, su primer libro, después del fallecimiento de su padre, el prestigioso escritor Héctor Libertella, preguntándose cómo se puede escribir a la sombra de un padre genial.

Mi abuela, Marta Rivas González (Ediciones Universidad Diego Portales 2013): Su abuela fue, para el chileno Rafael Gumucio, un personaje clave. Aquí cuenta su vida y su muerte, y la magnética influencia que ejercía sobre él.

El año del pensamiento mágico (Global Rythm, 2005) y Noches azules (Random House, 2011): La noche en que regresaban de visitar a la hija de ambos, que permanecía en coma en un hospital, el marido de la estadounidense Joan Didion cayó muerto a sus espaldas. Dos años después, su hija también murió. Estos dos libros funcionan en desquiciado espejo y cuentan esas experiencias.

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