Como lo mencionó anteriormente el propio ministro de Economía y Finanzas, Alfredo Thorne, la empresa brasileña Odebrecht no se beneficiará con la venta de su participación en el Gasoducto Sur Peruano (GSP); pero no debido a una decisión gubernamental, sino a un acuerdo de los propios miembros del consorcio.
Según aclaró hoy el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) fueron las mismas empresas integrantes del consorcio -Enagás y Graña y Montero- quienes establecieron cómo se daría la venta de las acciones de Odebrecht. “Habían establecido una especie de escalera de acreedores, que consistía en que los primeros en cobrar serían los bancos, luego Enagás y Graña y Montero, y el último sería Odebrecht”, indicó en RPP Noticias.
Asimismo, Thorne confirmó que en caso de encontrarse actos de corrupción, el dinero que la empresa debería de cobrar funcionará como una garantía. Actualmente, agregó son los bancos que financian el proyecto (más de 20) los que tienen dichas acciones y se encargarán de la venta final.
Poco tiempo por delante
Hasta el momento se sabe que hay dos interesados en adquirir la participación de la empresa brasileña. Uno de ellos, es el fondo canadiense Brookfield, que está a punto de comprar cerrar el trato para adquirir las acciones de Odebrecht en el proyecto de irrigación Olmos, junto a la empresa Suez.
Una de las posibilidades que se maneja para el GSP es que Brookfield adquiera menos de lo que tenía Odebrecht (55%), y las otras empresas que integran el consorcio (Enagás y Graña y Montero), incrementen su participación. Por otro lado, como lo informó Bloomberg el año pasado, la compañía China National Petroleum Corp. (CNPC) también está interesada.
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