"Mantenerte es lo más complicado"
"Mantenerte es lo más complicado"

¿Cómo te animas a incursionar en los negocios? Yo, de profesión, soy nutricionista, pero todo empezó con querer hacer un negocio propio. Empecé tratando de hacer bikinis, pero durante el proceso me di cuenta que la ropa interior me llamaba más la atención.

¿Fue fácil comenzar?

Fue súper difícil. Todo ha sido como un tipo error-prueba. Al comienzo los productos que yo quería ofrecer no los encontraba aquí. Si bien el Perú es muy bueno en confeccionar ciertas cosas, en cuanto a telas para ropa interior y sus acabados son escasos.

¿Cómo resolviste ese inconveniente?

Investigué en internet y encontré una feria textil en Colombia, el Colombiatext, que ofrecía todos los insumos y lo que se necesita para vender un producto. Viajé a la feria en enero de 2012 y conocí a los organizadores, Proexport Colombia. Regresé llena de ideas, pero todavía era difícil hacerlas realidad porque habían muchas cosas que importar, trámites y otras cosas complicadas para mí. Proexport me organizó una agenda comercial en Colombia y fue así que conocí a quienes ahora son mis proveedores y empecé a traer los productos.

¿Desde tu experiencia, cómo crees que nuestro país está apoyando al empresario?

Definitivamente ahora hay bastantes actividades para apoyar a los empresarios, pero todavía las cosas son complicadas. Al momento de formalizar mi empresa me di cuenta por qué tantas empresas no son formales o no están al día en sus cosas, porque todo es un trámite. Me encantaría que el Perú haga un trabajo similar al de Proexport.

¿Quién se encarga de los diseños?

Yo diseño todos los modelos. No estudié diseño, pero la ropa interior siempre me ha llamado la atención. Desde la primera vez que tuve que usar un brasier era maniática de que me quedara bien. Era muy minuciosa, y eso era lo que me gustaba de la ropa interior, que había que ser muy detallista, muy perfeccionista. Cada detallito hace la diferencia en la prenda.

¿Eres perfeccionista?

Sí. A veces eso puede llegar a jugarte en contra, porque al momento de delegar y querer que las cosas sean como tú quieres es difícil. Es algo que tengo que seguir mejorando.

¿Qué obstáculos has tenido que superar como empresaria?

Yo creo que lo difícil es entrar y luego mantenerse. La primera vez que hice una colección me pasé semanas dibujando, buscando telas, acabados; cuando terminé tuve que empezar de nuevo. Entonces dije esto nunca acabará. Así es mi vida. Es difícil tener esa disciplina. Mantenerte en el negocio con mucha disciplina es lo más complicado.

¿Cómo te animas a abrir tu propia tienda?

En realidad era como el sueño. Creo que todos los que tienen una marca propia en algún momento quieren tener una tienda.

¿Cómo te sientes en tu faceta de empresaria?

Definitivamente tener un negocio propio te cansa un montón. Cada centavo que sale me cuesta a mí y el tiempo que le dedico es mi tiempo. A veces me da ganas de tirar todo, pero no puedes y tienes que otra vez darte fuerza y automotivarte. Para mí es como mi hija, toda mi atención está acá, toda mi preocupación, todos mis ahorros. Todo lo hago con mucho cariño y esa es la idea.

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