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El ministro de la Producción (), Bruno Giuffra, está convencido de que el 2017 será el año de la pesca, porque las condiciones climáticas serán mejores y esta actividad tendrá un crecimiento de 60%.

Por su parte, la presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), Elena Conterno, se mostró optimista, aunque más conservadora, porque estima que su sector crecerá entre 20% y 35%.

En ese sentido, ambos consideran que por el mejor desempeño que tendrá el sector, aportará en 1% y 1.5% al Producto Bruto Interno (PBI o producción nacional).

NIÑO O NIÑA. Giuffra manifestó estar confiando en que el clima se normalizará, porque todo indica que no habrá Fenómeno El Niño ni La Niña, teniendo en cuenta que se observa una recuperación importante. “Estamos convencidos de que será un buen año; la pesca dará que hablar este año”, afirmó al indicar que cree que el sector crecerá 60%, tanto por un mejor clima como por normas a favor del sector.

Sobre la pesca para el consumo humano directo, Giuffra dijo que se ha deteriorado, pero se ha puesto atención a casos como el atún, habilitando nuevos puertos de desembarque, especialmente para naves extranjeras.

ACUICULTURA. En tanto, Conterno dijo que la acuicultura es una actividad que tiene un gran potencial en el país, pero necesita un tratamiento diferente, similar al que tiene la agroindustria en el país, principalmente en el terreno laboral y tributario, que le permita generar pleno empleo en diferentes partes del país.

Ese tratamiento especial, explicó, es necesario para contrarrestar los costos que le implican los problemas logísticos, de relacionamiento comunitario y de seguridad, porque se realiza en zonas alejadas.

“Es una actividad muy parecida a la agricultura”, precisó tras la presentación de la SNP de los resultados del Proyecto de Innovación Tecnológica para la utilización de la anchoveta en el enriquecimiento de alimentos.

Recordó que la agroindustria, con el tratamiento especial que tiene, logró que haya pleno empleo en diversas zonas del país, como en Ica, donde incluso se dio la necesidad de llevar trabajadores de las zonas altas como Huancavelica y Apurímac.