Venta de sus facturas hace que mypes tengan más capital de trabajo
Venta de sus facturas hace que mypes tengan más capital de trabajo

Desde que en setiembre de 2015 se mejorara la normativa de factoring y descuento, cada vez más micro, pequeñas y medianas empresas (mypyme) apuestan por cambiar sus facturas por cobrar para obtener efectivo. Este capital de trabajo les permite mantener su producción, pagarle a sus acreedores y mejorar sus servicios.

Solamente en el mes de junio de este año se negoció 4400 facturas, con un monto transaccionado de S/135 millones, de acuerdo con Rafael Zorrilla, representante de Asbanc. Esta cantidad es cinco veces superior a lo logrado hace 10 meses. Por lo cual, Zorrilla considera que habrá un crecimiento exponencial.

En parte, esta proyección se debe a que la factura negociable tiene el carácter de título valor y se espera una migración paulatina de las letras de cambio a las facturas negociables. “En el Perú se manejan en descuentos de letras al día S/5180 millones y eso representa el 0.85% del PBI. El descuento de las facturas va a entrar a ese producto también y se espera llegar al 2%, más que duplicar la cifra actual”, indicó.

MERCADO. Los compradores de facturas negociables pueden ser personas naturales o jurídicas, pero actualmente están en el negocio tres bancos, cuatro empresas especializadas en factoring y un fondo de inversión.

En ese sentido, Víctor Sánchez, gerente general de Cavali (entidad que recoge la información de valores), confirmó que para fin de año serán diez las empresas especializadas en factoring, ya que se calcula un mercado potencial de S/7 mil millones.

Sánchez también reveló que el ticket promedio de las facturas negociables se encuentra en S/43 mil. “Puede ser un monto relativamente menor, pero esto nos da un indicio de que se está atendiendo al sector que estábamos esperando”, comentó.

Este mecanismo se orienta fundamentalmente a las mypymes, pues usualmente venden sus productos o servicios a grandes empresas, cuya política es pagar en un plazo de 30, 60 y 90 días (entidades estatales también se han incluido con la nueva normativa). A cambio, la entidad financiera se cobra un descuento que varía según el cliente (pagador final), el segmento o el producto.

SIN RIESGOS. Fuera de este mecanismo, que un banco le preste a una empresa pequeña suele ser complicado. “Como banco, para darle línea de crédito a un pequeño tengo que tener un anexo 1, un informe de visita, estados financieros actualizados y temas relacionados a Basilea”, explicó Zorrilla.

En cambio, con la factura negociable, las pequeñas empresas acceden al dinero sin tener que contraer una deuda. A su vez, este pequeño proveedor queda respaldado por la compañía con la que hace negocio o factor. Sin embargo, se debe tener en cuenta que las menores tasas de descuento se encontrarán, generalmente, cuando el proveedor posee además una línea de crédito que sirve de garantía. 

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