Imagen
Imagen

El que once colegios de en  hayan sufrido daños en su infraestructura a raíz del del pasado 14 de agosto no genera sorpresa, pues muchos de ellos llevaban entre 20 y 70 años de antigüedad. Sin olvidar que muchos están construidos con adobe, así como la mayoría de las viviendas que se desplomaron la noche del siniestro.

“El terremoto ha pasado y destruyó mi casa. Casi me mata”, contó ayer la pequeña Tiara de 5 años, evidentemente triste. Hace tres semanas volvió a su escuela, pero no al salón de adobe de siempre, sino a un aula térmica instalada el Programa Nacional de Infraestructura Educativa (), porque la suya se resquebrajó con el temblor y no quedó más que tumbarla.

La entidad apoya a once colegios de Ichupampa, Coporaque, Achoma, Madrigal, Chivay, Yanque y Lari con 16 módulos prefabricados, de los cuales 10 ya están operativos.

AFECTACIÓN. La institución inicial y el colegio primario Túpac Amaru, las dos escuelas que tiene Ichupampa, resultaron seriamente dañadas. Los escolares tuvieron que perder dos semanas de clases mientras los padres recogían los escombros y se instalaban las aulas termoacústicas.

El profesor de primaria Cosme Mamani Mamani (53) indicó que el muro de su salón quedó tan debilitado que “se doblaba como gelatina”, así que tuvieron que derrumbar la infraestructura levantada en cemento.

“Solo dos aulas han sido afectadas. La de los niños de tercero y de cuarto de primaria por lo que se requieren dos aulas nuevas”, manifestó.

Por su parte, el director del plantel, Aníbal Martínez Olaya, informó que entre los dos niveles estudian 83 alumnos. “Ante un sismo, los centros educativos sirven de albergue, pero mire también han sido afectados”, comentó el director en relación a que la construcción pese a ser de concreto y no tener más de 15 años, no soportó el sismo.

Antiguedad. Las aulas de la I.E.Túpac Amaru no son relativamente antiguas frente a otras instituciones como de la I.E. I. Divino Niño y la I.E.I. Sacsayhuaman. La primera tenía funcionando un salón de 79 años y la segunda tenía un salón de más de 20 años. Ambas cayeron luego del sismo. El salón del Divino Niño era utilizado para prácticas de sicomotricidad.

“Con el aula prefabricada del Proneid hemos retomado los talleres”, expresó la directora Jessika Ugarte Arana.

Su importancia, según explicó, radica en que los niños puedan desarrollarse corporalmente, con autonomía e interacción.

La I.E. Sacsayhuaman y la I.E. José Quiñones en el distrito de Coporaque han sido declarados inhabitables por Defensa Civil al tener salones con resquebrajaduras.

Nancy Aquino Huaraya, directora encargada de la I.E. Sacsayhuaman, indicó que sus alumnos provienen de los anexos más deprimidos de .

“Algunos tienen con desnutrición”, expresó.

De los dos salones que tenían uno se cayó y los materiales rescatados tuvieron que ser llevados al salón comunal, señaló.

ESTUDIOS. El representante del Proneid, arquitecto Gustavo Vásquez, manifestó que, lo primero es atender a los colegios con aulas termoacústicas y posteriormente empezar con los estudios para determinar si requiere una reconstrucción o un nuevo centro educativo.

Mientras se toman las decisiones, los escolares y docentes esperan que las soluciones sean pronto y no terminar siendo solo cifras de un desastre.

BENEFICIADOS. Proneid entregará 16 salones que beneficiarán a más de 200 alumnos de la provincia de Caylloma.