Álvaro Pérez Ramírez (Colombo - Americano) 'renunció' a su familia, su casa y comodidades para recorrer todo el planeta con su bicicleta y -como médico veterinario- llevar un mensaje al mundo entero: No al maltraro: A los animales se les respeta.
A la fecha ya recorrió 18 países y ganó dos “Record Guinnes” en bicicleta. El primero lo ganó en Tacna, el 18 de noviembre 2011, y el segundo lo ganó el 2012 en Juanjui, al norte del Perú.
¿Cómo comienza su inquietud? Pues cansado de ver cómo la gente maltrata a los animales, de encontrarlos abandonados, en la calle, de sed y de hambre, en calor y frío, indefensos. En julio del 2008 arrancó en Quebec – Canadá, buscando la carretera interoceánica hasta Vancouver, Los Ángeles, California. Fue ahí donde decidió firmemente convertirse en activista por los derechos de los animales. Luego continuó hasta México, Centro América y Sur América, pasando por Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú (3 meses en el 2012) hasta la Patagonia Argentina, luego Paraguay, Uruguay, Bolivia y está de regreso en Perú desde hace un mes y medio.
De todo el viaje, lo que más le ha impactado es lo cruel que son los humanos con seres indefensos y lo indiferentes que son con el sufrimiento de los animales; sobre todo en los paises latinos. Dice que en Estados Unidos y en Canadá las leyes sí protegen a los animales, que el gobierno ni siquiera permite que el animal viva en un área sucia, o que no le limpien su excremento, “simplemente te multan y te quitan el animalito”.
Sobre Perú dijo que detesta las corridas de toros, los llamados Yawar Fiesta, entre otros espectáculos con animales. “Conoces a una sociedad cuando sabes la forma como tratan a lsus animales”, criticó.
Cuando llego al Perú por Tumbes, en el 2012, propuso a las autoridades juntar firmas para que el gobierno formule una Ley que penalice a las personas que maltratan a los animales. Ahora que regresó al Perú después de dos años sabe que hay un congresista que está impulsando la aprobación de una Ley de Penalización contra el maltrato a animales, y se sintió feliz; sobre todo cuando en las últimas semanas observó una campaña de recaudación de firmas en Arequipa.