“Hasta en lo trágico se encuentra la belleza de la foto”
“Hasta en lo trágico se encuentra la belleza de la foto”

Ingresó a Diario  para laborar en el área de administración, pero su curiosidad lo llevó a ser uno de los fotógrafos de la época dorada, como denominan a los más antiguos en el periodismo de .

Recuerda que un día, a falta de fotógrafo para cubrir una comisión, lo llamaron y enviaron a retratar el atropello de un menor de edad. Logró capturar la escena cuando un clérigo se arrodilló para la oración por el alma del recién fallecido. La imagen fue portada del diario y marcó su inicio en la fotografía periodística.

¿Cómo empieza su trabajo en un medio de comunicación? Yo vivía cerca al antiguo local del diario, y como necesitaba trabajar, ingresé al área de Administración. El trabajo era rápido así que también ayudaba a un fotógrafo alemán en revelar sus fotos. Un día me dijo que vaya a cubrir un accidente porque no había nadie. Él pensaba que yo sabía hacer fotos. Llegué al lugar pero ¡ay Dios! Me tomó mucho tiempo en colocar el rollo. Malogré creo que dos y cuando logré poner el tercero, justo el padre se arrodilló y salió la foto. Entonces empecé a trabajar con una Rolleiflex, una cámara a rollos con 12 vistas.

¿Después de cuánto tiempo usted se considera fotógrafo y por qué? Después de dos años, pero para eso he malogrado también fotos. Matando se aprende. Ya empiezas a buscar el lado bonito, de dónde se ve bien la foto.

Ud. trabajó con cámaras antiguas y las ahora llamada digitales en sus 50 años, ¿cómo percibió el cambio? Cuando trajeron la primera maquina digital se tenía que ser precisos. Recuerdo que era una máquina pesada con 12 vistas y lentas. Cuando hacía deportes se burlaban los colegas porque la escena quedaba sin pelota o con jugadores mutilados. Para eso tenía que buscar ya la siguiente acción.

Es decir, intuir y ser precisos, ya que contaba con pocos disparos (o vistas)... Así es, pero siempre he hecho pocos disparos, lo necesario. Por eso cuando los colegas me pedían fotos no tenía más.

También el tiempo... Sí, ahora es más rápido, fácil y a color. En instantes tienes la imagen. Nosotros teníamos que ir al estudio a toda carrera para revelar las fotos después de los partidos. O en el mismo diario cuando hacíamos el revelado que tomaba más o menos 15 minutos.

¿Cuál de los eventos históricos ocurridos en Arequipa tuvo impacto en Ud. y su labor de fotógrafo periodístico? El “Arequipazo”. Yo cubrí la escena del finado. Los policías nos corretearon y pegaron porque no te reconocían como periodista. Una de las escenas que recuerdo es la pujanza y trabajo que hacían al levantar los adoquines, tenían una velocidad para levantar un muro, lo mismo sucedió cuando llegó (el entonces presidente Manuel) Odría a Arequipa. También viajé a Juliaca por un mes cuando pegaron al alcalde (Cáceres). Un hecho que yo recuerdo, además como anecdótico, es el viaje a Cotahuasi con el congresista Vladimiro Begazo. Habían denunciado el asesinato de una señora por terroristas y habían quemado oficinas. El congresista se quedó a dormir en la comisaría y a nosotros los periodistas nos hospedaron en otro lugar. En la noche, el encargado nos dijo que durmiéramos con la puerta abierta para salir corriendo cuando nos diera el aviso. A ver intenta dormir con esa advertencia y la puerta abierta.

¿Qué cambios ha notado entre la información y la fotografía que se brinda ahora y de su época? Pues creo que antes se buscaba mostrar más el lado humano, resaltar los valores. Ahora se resalta lo malo, es lo que más vende, ¿no? En la fotografía también, sobre todo en los accidentes. Pero hasta en lo trágico se encuentra la belleza de una foto. Muestra un mensaje.

¿Alguna vez quiso dejar el oficio? Cuando fui a cubrir el hundimiento de un barco. Caminamos bastante y yo me había cansado, además el equipo fotográfico pesaba mucho. Eran enormes. No quería avanzar. Es matado este oficio, pero cuando entras en este mundo nunca vas a salir. Aunque estés descansando, sigues pensado en el trabajo.

Entonces, ¿cuál seria su recomendación para los futuros fotógrafos? Que no se metan.

Es curioso que lo mencione, ya que su hijo también es fotógrafo (Risas) Sí, como me vio trabajar también se quedó.

¿La fotografía o el texto debe tener más espacio? La foto. Una imagen vale más que mil palabras.

  • 2 hijos tiene el fotógrafó; Jorge de 37 años y Patrick de 36 años
  • 53 años trabaja con una cámara fotográfica en Arequipa
  • 1963 ingresó Jorge Esquivel a trabajar en Diario Correo
Jorge Esquivel, Fotgógrafo. Trabajó en Diario Correo, Arequipa al Día y desde el primer gobierno de Juan Manuel Guillén laboró en institución pública como fotógrafo.

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