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Dos menores de 5 y 8 años de edad resultaron con quemaduras en sus cuerpos durante el incendio de su vivienda rústica ocurrido el jueves en la noche, en el distrito de Yura.

Ambos se encontraban sin la compañía de un adulto y por el corte de electricidad encendieron una vela cerca a su cama. Cuando despertaron el fuego ya estaba sobre ellos.

Los hermanos Azumi (9) y Gael (5) Irey Guzmán dormían en una habitación de bloquetas y techo de calamina. En el mismo cuarto también descansaba su abuela de 59 años, Eduarda Paco. Pero aquella noche aún se encontraba en el campo realizando labores de jornalera.

Al regresar encontró su vivienda en cenizas y a sus nietos en el Hospital Honorio Delgado. Azumi fue dada de alta ayer en la mañana. Presenta quemaduras en sus manos por intentar abrir la puerta de la habitación en llamas.

Mientras que Gael “es un caso muy delicado” le dijo el médico de turno a la tía y abuela de ambos en la puerta de la sala de Unidad de Quemados, ubicado en el quinto piso del nosocomio.

Al intentar escapar se golpeó la cabeza y cayó al piso. Tiene quemaduras en su cuerpo, cara y brazos.

La madre de ambos menores tomó la decisión de trabajar en una mina, lejos de la provincia para generar más ingresos económicos. Desde hace cuatro años afronta sola los gastos de sus hijos. Recién hoy llegará a verlos debido a la distancia.

“Antes de irse sacó un préstamo del banco para comprar arroz, azúcar, fideos para sus hijos pero ahora eso también se ha quemado”, contó la abuela sin poder evitar llorar.

“Pero los niños tienen sus antojos. Me pedían pescado, o ceviche. Yo les decía que algo iba a sacar del campo para comprarles o prepararles”, agregó.

Debido al incendio, Eduarda Paco solo se quedó con la ropa que llevaba puesta y sus ojotas. También tendrán que afrontar gasto de medicinas no cubiertas por el SIS.

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