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La controversia entre el valle de Tambo de  y el Gobierno Regional de Moquegua por el manejo del agua de Pasto Grande, no tiene cuando terminar.

Ayer, dirigentes de Islay anunciaron protestas contra la región vecina y la realización de una posible movilización hacia la zona de Ventillata, en el kilómetro 1049 de la Panamericana Sur.

Esto por la negativa de Moquegua para dar agua al valle, a pesar del estiaje, tal como ocurrió en el verano pasado.

Y es que los pobladores de Islay conocieron la posición del gerente de Pasto Grande, Johan Bruce Vílchez Zeballos, quien ratificó en la víspera en radio Americana (Moquegua) que no se dará agua al valle de Tambo, declaraciones que fueron reproducidas en los medios de comunicación de Islay.

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PLEITO. Sabiendo esta decisión, la presidenta de la Junta de Usuarios Ensenada Mejía Mollendo, Marilú Marroquín sostuvo: “Esto no se va a resolver a buenas…la gente va a tener que salir a luchar no queda otra”.

Marroquín se mostró pesimista sobre las acciones administrativas por parte de la Autoridad Nacional de Agua (ANA).

Hace dos días, personal de este organismo y funcionarios del Proyecto Especial Regional Pasto Grande (PERPG) analizaron la disponibilidad hídrica en la represa moqueguana a fin de garantizar la atención de los requerimientos de esa región, pero no las del vallede Tambo.

En la visita estuvieron los representantes de la Autoridad Administrativa del Agua (AAA) Caplina Ocoña y la Administración Local de Agua Moquegua, considerando que hasta ese día, el embalse registrado en el dique, no es el esperado para la siembra de este año.

Consideraron que era tiempo de tomar acciones de prevención y mitigación.

El director de la AAA Caplina Ocoña, Isaac Martínez Gonzáles, explicó ese día que, de acuerdo al reporte del PERPG, la represa cuenta con 86.89 hectómetros cúbicos (hm³).

La situación de escasez hídrica del 2016 y comienzos de este año, podría repetirse, alegaron los especialistas.

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