Consumo de drogas debe ser denunciado por docentes
Consumo de drogas debe ser denunciado por docentes

En el 2013 se identificó a una banda de microcomercializadores que expendía pasta básica de cocaína en el centro educativo Nuestra Señora de las Mercedes y este año dieron a conocer que tres adolescentes distribuían marihuana en la institución educativa Mariscal Cáceres, ambos casos se hicieron públicos y generó gran indignación en la población. Sin embargo, estos hechos no son los únicos, existen muchos casos aislados que los docentes o personas que saben de ellos no quieren denunciar por temor a represalias.

La predisposición de parte de la población para denunciar existe, pero el miedo por lo que pueda pasar después representa un gran impedimento para concretarlo.

HACE LLAMADO. Según el representante de la Defensoría del Pueblo de Ayacucho, Jorge Fernández Mavila, se tiene conocimiento de varios casos de microcomercialización, pero todavía no se tiene la cultura de la denuncia.

“Tenemos que fomentar que las personas que presencien este tipo de hechos, en este caso los docentes, denuncien, ellos deben saber que la ley obliga que se le brinde seguridad al testigo clave después de una denuncia”, señaló.

Fernández dio a conocer los lugares donde pueden acudir para que concreten su denuncia: “pueden ir al Ministerio Público a través de la División Antidrogas, la Policía Nacional del Perú, la Procuradoría y la misma Defensoría del Pueblo. En todas éstas instituciones se protegerá su identidad”, dijo.

La representante de Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro) en Ayacucho, Edith Ayala, también se habló sobre este tema y dijo que una vez que se dé a conocer del hecho a los agentes de justicia tienen que dejarlos trabajar.

“Dejemos a las autoridades trabajar, que ellos investiguen e intervengan. Tenemos que proteger estas informaciones para que entidades correspondientes puedan actuar y ver que la problemática se reduzcan”, manifestó.

Ayala también señaló que los padres de familia juegan un papel muy importante para sensibilizar a los jóvenes y no permitir que se dejen persuadir por este tipo de malas tentaciones.

“Los padres se han vuelto bastante permisibles, su desinterés en este tipo de casos es evidente y también en papel suyo velar por el bienestar de sus hijos”, dijo.

CAUSAS. Según la representante de Cedro en Ayacucho para la inserción de jóvenes en las microcomercilización y consumo son múltiples.

“La primera hipótesis que manejamos es que las personas mayores, algunos familiares de los adolescentes, los llegan a utilizar para vender drogas, la segunda probabilidad es que jóvenes que no pertenecen a los centros educativos se visten con el uniforme de los mismos y captan a los alumnos regalándoles el producto y la tercera hipótesis es que las bandas que venden éstos productos identifican los colegios donde no hay acciones de prevención y tampoco acompañamiento de los padres de familia y empiezan a vender en esos espacios”, añadió Ayala.