Población de llamas disminuyen en Ayacucho
Población de llamas disminuyen en Ayacucho

En los últimos años, la población de camélidos sudamericanos, especialmente las llamas disminuyó considerablemente en la región Ayacucho, de acuerdo a informes de la Dirección Regional Agraria de Ayacucho (DRA).

Se estima, que anualmente se pierde 1,4% de la población total de llamas que según estadísticas se tienen 44 mil ejemplares a lo largo y ancho de la región.

Pero a qué se debe esta disminución, pues a dos factores preponderantes. La primera se encuentra relacionado a la pérdida de su valor como animal de carga y comercialización, porque ahora ya existen carreteras y con un vehículo se llega más rápido a diferentes pueblos.

El segundo factor, es el cruce entre las dos razas de llamas existentes: chaku (lanuda) y qara (pelo corto o peladas), que perjudica la diversidad genética, explica Omar Arias de la Dirección Regional de Camélidos Sudamericanos.

“Antes, a la llama se usaba como animal de carga. Ahora es dejado de lado porque existen carreteras a la mayoría de los pueblos. El criador no le da mucha relevancia a la crianza, solo para su auto consumo, como para la venta de su carne”, dijo.

POBLACIÓN. Actualmente, en Ayacucho hay casi 44 mil ejemplares de las dos razas de llamas: chaku y qara, pero también aclaró que la disminución ocurre en todo el Perú, no solo en la región.

En Ayacucho se han identificado dos zonas de cría de camélidos domésticos (llamas y alpacas). La primera en la zona norte, alrededor de las provincias de Huamanga y Cangallo y la otra al sur, por las comunidades de las provincias de Sucre, Lucanas y Parinacochas.

Asimismo, 7 mil familias se encuentran ligadas a este sector, en los procesos de crianza, comercialización de la fibra, transformación primaria de la fibra y carne, ubicadas principalmente al sur.

Por ello, desde la Dirección Regional de Camélidos sudamericanos vienen iniciando proyectos para evitar que el número de llamas disminuya drásticamente.

Cabe detallar que de la población de este ejemplar al norte de la región llega a los 18 mil y sur 23 mil, una cifra por demás corta en comparación a años anteriores.

UTILIDAD. La llama tuvo importancia en la época incaica por el empleo de su excremento como abono y unidad de carga.