Chimbote: Recuerdan a madres con música, comida y cerveza
Chimbote: Recuerdan a madres con música, comida y cerveza

Música, baile, comida y cerveza. De esta manera muchas personas, que acudieron ayer al cementerio Divino Maestro de , decidieron recordar a la mujer que les dio la vida tras conmemorarse el Día de la Madre.

VISITA. Como ya es tradicional cada segundo domingo de mayo, cientos de chimbotanos se trasladaron hasta el principal camposanto de la ciudad para visitar la tumba de la persona que los tuvo en su vientre y hoy ya ha partido de este mundo.

Con flores y diversos adornos, los visitantes se esmeraron por hacer que el espacio donde reposan los restos de sus queridas madres luzcan bien.

Muchos de los deudos llevaron pequeños equipos de sonido para reproducir las canciones que, en vida, escuchaban sus progenitoras. Otros, en cambio, optaron por contratar a músicos para que interpreten los temas que les agradaban a sus parientes o composiciones que expresen lo que ahora sienten tras su irremediable partida, como la reconocida canción de Juan Gabriel: “Amor eterno”.

Las emotivas interpretaciones estuvieron a cargo de mariachis, cantantes criollos, violinistas, artistas folclóricos, entre otros.

Muchos parientes también decidieron recordar a sus seres queridos de una manera más festiva. Tal es el caso de los familiares de doña Emperatriz Mendoza, quienes al ritmo de una banda de músicos folclóricos se pusieron a bailar frente a la tumba de la matriarca, como ella solía hacerlo en las fiestas cuando aún estaba con vida. Así, con música y baile, decidieron pasar este Día de la Madre.

CERVEZA Y COMIDA. Algunos parientes, con cerveza y comida, también recordaron a su manera a la persona que les dio la vida.

Los hijos de Vicenta Pucutay López, a quien de cariño le decían la “Macatina”, visitaron la mañana de ayer su sepulcro y, tras colocar una lata de cerveza en su nicho, se pusieron a beber, como solían hacer cuando ella todavía se encontraba en este mundo.

“Mi mamá se marchó hace 12 años, pero nosotros como hijos siempre la visitamos y tomamos algunas cervezas porque a ella también le gustaba”, contó uno de los vástagos de Vicenta Pucutay.

Otra manera de pasar un momento recordando a la madre fallecida fue compartiendo un plato de familia.

Así lo hicieron los familiares de Severa Pantaleón de Ancajima, quien falleció cuando tenía 54 años.

Sus parientes llegaron ayer al mediodía hasta el cementerio Divino Maestro cargando ollas, en las cuales traían el potaje que más disfrutaba ella en vida. “Nosotros hemos cocinado frejolada de pato porque ese era el plato que mucho le gustaba a ella. De esta manera, comiendo juntos en familia, nosotros queremos recordarla en el Día de la Madre”, contó uno de los familiares.

“Mamita Vera”, como le decían de cariño, falleció apenas hace un año y cuatro meses, y dejó cuatro hijos y ocho nietos, quienes constantemente visitan el lugar donde ahora reposan sus restos mortales.

De esta manera, dejando un poco de lado de tristeza por la partida del ser querido, muchos chimbotanos pasaron ayer el Día de la Madre en el cementerio Divino Maestre. 

TAGS RELACIONADOS