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Un mar de gente acompañó el cortejo fúnebre de quien en vida fue el capitán CBP Darío Cruz, bombero que falleció tras una explosión suscitada el pasado fin de semana en la Ciudad Imperial. 

Las exequias dieron inicio en las instalaciones de la Compañía de Bomberos N° 39 del Cusco, cuartel al que pertenecía el voluntario; en el lugar sus colegas participaron de una íntima ceremonia que culminó con la colocación de una bandera del CBP sobre el ataúd. 

Luego el féretro fue trasladado hasta el Templo de San Cristóbal a bordo de una de las máquinas de agua de la citada compañía, a su paso por calles y avenidas los moradores cusqueños aplaudían el cortejo y saludaban a los bomberos en clara muestra de apoyo y pesar.

Ya en el templo, los restos fueron recibidos por miembros de la Hermandad de Cargadores del Patrón San Cristóbal, a la que pertenecía el extinto capitán de bomberos.

Luego de una misa de cuerpo presente, el ataúd fue trasladado hasta su última morada, el Cementerio de La Almudena, donde fue depositado con todos los honores correspondientes.

"Es realmente una pérdida para la sociedad y para los bomberos, un padre tan dedicado, un buen amigo y un buen bombero, recordaremos siempre sus acciones y no desampararemos a su familia, ahora nos toca ayudarlo como él nos ayudó", citó el brigadier CBP Jesús Valdivia, jefe de la IX Comandancia Departamental de Bomberos del Cusco. 

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