El círculo vicioso de violencia debe romperse
El círculo vicioso de violencia debe romperse

La violencia contra la mujer es un tema del que se habla constantemente ya que a nivel nacional y regional, niñas, adolescentes, jóvenes y personas adultas, se ven afectadas por este problema que lamentablemente se origina por las agresiones físicas, sicológicas o sexuales de la pareja o los familiares del entorno.

Círculo. Uno de los problemas que se registra en las parejas y que por lo general afecta a las mujeres es el círculo de violencia, un circuito que se repite de forma constante y que por el temor de las personas agredidas no se rompe.

Este circulo comienza con la “Luna de miel”, donde la pareja se lleva cordialmente y tiene una buena relación, pero tras un tiempo se intensifican los hechos de violencia, para luego y en el peor de los casos pasar a la explosión, donde el agresor, amenaza, humilla y en el peor de los casos golpea a su pareja.

Después de que se produce la explosión, el agresor se arrepiente regresa con su pareja y le pide perdón, por lo tanto se pasa a la etapa de la reconciliación, donde las mujeres creyendo en el cambio de sus parejas los perdonan y de esta forma se vuelve a iniciar con la etapa de la “luna de miel” y el circulo vicioso de la violencia continua.

Al respecto, el coordinador del Centro de Emergencia Mujer (CEM) Cusco, Manuel Uscachi Santos, explicó que estos círculos de violencia deben romperse, ya que mientras más tiempo pase la situación empeora.

Datos. De acuerdo al reporte estadístico del mencionado centro de emergencia, en Cusco se han registrado hasta este mes 444 casos de violencia familiar y sexual, de los cuales 328 son casos nuevos, 40 son reincidentes y 76 son casos continuados.

Ademas, de los 444 personas afectadas por la violencia familiar y sexual, 407 son mujeres y 37 son varones.

Al respecto, Uscachi Santos, explicó que esta es una cifra bastante elevada, ya que el año pasado en los cinco primero meses se registro un promedio de 350 casos de violencia familiar.

Cabe señalar, que cada año se ve un incremento en las cifras de violencia familiar, pero esto en muchos casos responde a que las mujeres y las personas afectadas ya no se quedan calladas y realizan su denuncia ante las agresiones que sufren.

AUTOESTIMA. El impacto de la violencia en las personas es bastante alto, ya que no solo se ven afectadas por el daño físico sino también por el emocional, lo que trunca su desarrollo.

“Son muchos los aspectos que influyen para que las mujeres aun sigan permitiendo hechos de violencia y el peor daño que se les hace es bajarles la autoestima, entonces ellas creen que no sirven para nada piensan que en este mundo están destinadas al sufrimiento y a vivir sometidas ante el varón”, refirió el representante del CEM.

Además, acotó que el daño emocional para las mujer afectadas por la violencia es muy fuerte, por esa razón necesitan de terapia y apoyo.

PROBLEMA SOCIAL. A pesar de que no existe ninguna justificación para la violencia que se ejerce sobre la mujer, los agresores se esconden tras argumentos como los celos, el consumo de alcohol, drogas o las cuestiones económicas y en el peor de los casos el machismo.

Este ultimo argumento es un problema que esta enraizado en la sociedad cusqueña y que muchas veces lleva a los agresores a cometer actos atroces contra sus parejas.

Ante estos temas, las instituciones que están encargadas de brindar apoyo a las mujeres y personas en general que han sufrido de violencia familiar, llaman a la población a que denuncie y deje a estos agresores.

ATENCIÓN. En CEM, aquellas personas que han sido víctimas de violencia pasan por un circuito, primero son atendidas en el área sicológica posteriormente pasan al área social y luego a la legal.

Es de esta forma que se dan terapias de apoyo emocional así como consejería, con el objetivo de que en este proceso las mujeres se empoderen y tomen las riendas de su vida.

Una vez que concluyen las sesiones, dependiendo del caso las mujeres son transferidas a otras instituciones o centros de salud con el objetivo de que reciban terapias sicológicas y de esta forma se recuperen de los efectos que ha generado en ellas la violencia.

Asimismo, las mujeres y cualquier persona que sufre de violencia está obligada a realizar la respectiva denuncia.