Horror en Cusco: Escolar secuestrado es hallado muerto y enterrado cerca a río

A casi un mes de haber sido reportado el secuestro de un menor de edad en Cusco, de casualidad, la Policía logró dar con el paradero de la víctima, la misma que había sido cruelmente asesinada para luego ser enterrada en la ribera de un río en la localidad de Urcos.

Sebastián Andreé Gárate Vera (13) era el nombre del estudiante del colegio Galileo de Cusco, quien, la mañana del último 21 de agosto se dirigía a sus labores con normalidad, cuando fue abordado por desconocidos que luego se comunicaron con su familia, exigiendo el pago nada menos que de medio millón de soles.

A partir de ese momento iniciaría el calvario para Juan Gárate y Claudia Vera, padres del menor, quienes salieron a pedir ayuda a las autoridades en varias oportunidades, sin obtener resultados positivos hasta la tarde del pasado domingo.

LAMENTABLE HALLAZGO. 

Ese día en el sector denominado Playa Pampa, ubicado en la zona de Campanayoc, a orillas del río Vilcanota en Urcos, la Policía realizaba una diligencia de verificación de terrenos en litigio, cuando agentes del orden cayeron en cuenta sobre una jauría de perros que habían desenterrado parte de lo que sería un cuerpo humano.

Los agentes se comunicaron de inmediato con los representantes del Ministerio Público, quienes ordenaron el levantamiento del cadáver y las pesquisas de ley.

En Cusco los padres de Sebastián no daban crédito a lo ocurrido y guardaban las esperanzas de que no se tratara de él, sin embargo, fuertes indicios como el uniforme escolar de su colegio y otros, evidenciarían que se trataba del menor secuestrado.

El cadáver en bastante mal estado, fue trasladado hasta la Morgue Central de Cusco, hasta donde llegaron familiares del menor corroborando que se trataba de su cuerpo. 

¿LOS ASESINOS?

A partir de este momento, los familiares, conocidos y amigos de la víctima exigen la captura de los secuestradores y victimarios del menor, que serían nada menos que sus propios tíos, de nombres Percy y Wilfredo Peralta.

Estos últimos habrían sido identificados en diferentes tomas hechas por cámaras de vídeovigilancia que fueron revisadas antes de la desaparición del menor y encima ambos desaparecieron luego del hecho y no volvieron a ser vistos hasta el día de hoy.

Cabe señalar que los trámites para la certificación de la identificación del cuerpo se siguen llevando a cabo, los familiares esperan la necropsia de ley para que luego el cuerpo del menor se les sea entregado para su sepultura.

En tanto la población del Cusco, a través de los distintos medios de comunicación y redes sociales, ha expresado su rechazo al accionar de la Policía y su ineficiente actuación frente a las decenas de casos de desaparecidos que se reportan mensualmente en la región imperial.