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En medio de conmovedoras escenas de dolor, los restos del capitán CBP Darío Cruz, quien pereció tras una explosión en Cusco, fueron trasladados desde la morgue de la Ciudad Imperial hasta las instalaciones de la Compañía N° 39 del Cusco, cuartel al que pertenecía el hombre de rojo.

El féretro fue recibido con el ulular de las sirenas y fue instalado en la auditorio del citado cuartel de bomberos, hasta donde llegaron los familiares, amigos y compañeros del extinto voluntario. 

Luego de una pequeña ceremonia protocolar, los restos fueron flanqueados por los compañeros de promoción del capitán, quienes realizaron la guardia de honor respectiva. 

Por la noche se prevé una misa de cuerpo presente y un homenaje póstumo a llevarse a cabo por los voluntarios cusqueños, el entierro se llevará a cabo el día miércoles en horas de la tarde.

"El capitán CBP Darío Cruz, servía voluntariamente al Cuerpo de Bomberos desde hace 17 años, deja una esposa y una menor hija de tres años de edad, fue ejemplo de perseverancia y amor por el prójimo, lo tendremos siempre presente", citó el brigadier CBP Jesús Valdivia, jefe de la IX Comandancia Departamental de Bomberos del Cusco. 

Debido a que el hombre de rojo deja una familia en la orfandad, sus amigos citaron que existe una  para donaciones, esta se encuentra a nombre de la viuda del bombero. 

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