El 'Comuneros': Memoria de un puente que espera allá en el río 
El 'Comuneros': Memoria de un puente que espera allá en el río 

El soñado, el esperado, el cuestionado, el señalado, el gigante, el bienvenido, el culpable, el insistente, el mártir, el ubicuo: el puente Comuneros tiene una historia breve en el tiempo pero extensa en denuncias y dinero. Sobre esta víctima y verdugo de concreto vienen las siguientes líneas.

La primera noticia que Correo dio sobre el puente Comuneros fue el 17 de diciembre de 2011. Ese día pusieron la primera piedra luego de una plausible campaña publicitaria que pintaba así la obra: el segundo puente más grande del país, 51 millones de presupuesto, más de 220 mil beneficiados. El presupuesto (PIM) de ese año para el puente fue cinco millones y un poco más. Parecía valer la pena, daban ganas de pagar impuestos.

ENTRE LOS MEJORES. Un reputado portal de internet consideraba al “Comuneros” dentro de los 10 mega proyectos más grandes del país junto al aeropuerto de Chincheros, el puente Chilina en Arequipa y Gasoducto Sur Peruano. El 2012 fue un año mudo para el puente. La prensa y la población sobreentendieron que se trabajaba, que todo marchaba bien. No era así. 19 trabajadores fueron despedidos ese año, sin motivo, por la empresa SIMA. Entro los despedidos un varón resaltó un dato curioso: los jefes habían llevado bidones de agua que fueron llenados con agua del río Mantaro. Esos doce meses el gobierno de Vladimir Cerrón destinó un PIM de 49 millones 383 mil soles.

UN AÑO MÁS. Al año siguiente empezaron a reportarse los avances con porcentajes que la imaginación se ocupaba en graficar. Julio de 2013: Cerrón declaraba que la obra estaba a un 50%, y eso significa que las cosas marchaban bien; 40 tráilers llegaron desde Chimbote con la estructura metálica pero esta vez el presupuesto se redujo. De 4 millones que se destinó al inicio, solo fue para el puente un millón. Las cosas empezaban a pintarse color sospecha.

Y entonces llegó el 2014 con 529 mil soles para el puente y un nuevo gerente para el gobierno regional: Ulises Panez. Este año, el novel gerente anuncia una novedosa e increíble noticia. Solo se construiría el puente en el medio del río, los accesos serían gestionados después con las municipalidades locales. Su anuncio no fue tomado en serio, como tampoco parecía muy serio el mensaje en sí pero ya la sentencia estaba dada. Zhangjiajie, el puente más alto de mundo costó 3, 400 millones de dólares y el Comuneros que no supera los 100 metros y está sin terminar quintuplica el costo. Ese año también Cerrón dijo que no se culminaría el puente en la fecha indicada porque se añadirían unos accesos de metal además que se paralizaría la obra por la crecida del río. Era el preludio de un incierto destino para esa obra, más que incierto fatal para la población. El presidente regional, Vladimir Cerrón, empezó a ser investigado ese año por sus vínculos con la empresa Antalsis, propiedad de Martín Belaunde Lossio.

El siguiente año, ya con la gestión del nuevo gobernador, Ángel Unchupaico, se descubrieron las irregularidades en presupuestos, la ministra de justicia dijo que el Comuneros es un monumento a la corrupción y la Contraloría empezó a investigar la obra. El presupuesto para este 2015 fue de 46 mil soles que sumado a los 4 años anteriores hacen 56 millones de soles.

PERITAJE. Pero no solo fue eso. Unchupaico quiso saber si el puente estaba bien hecho y por ello pagó 280 mil soles. Y tal vez el acto que coronó la paciencia de los pobladores de Chilca y Tres de Diciembre fue la faena que hicieron para completar los accesos al puente. El mismo ex presidente, Vladimir Cerrón les llevó alimentos para apoyar a los pobladores.

Este 2016 el GRJ obtuvo 39 millones para construir los accesos del puente, añadidos a los dos adicionales de 5 millones 800 mil que ya se habían dado. Este es, entre anunciaos y reclamos, el breve periplo del estigma de Junín. Y habrá más noticias monetarias, estoy seguro.

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