​Lustrabotas: Sacando brillo a un futuro mejor
​Lustrabotas: Sacando brillo a un futuro mejor

La única mujer que lustra zapatos en el parque Huamanmarca se levanta las 5 de la mañana para preparar la comida de sus tres hijos. Es el ritual que repite desde hace 10 años, cuando tuvo que salir a las calles, con betún y escobilla en mano, para conseguir el dinero que le permita sobrevivir un día más. Hoy, a sus 30 años, Nancy Esquivel se ha convertido en una pequeña empresaria, pues ha conseguido con mucho esfuerzo comprar un módulo compartido con un colega para atender a los clientes que buscan mejor comodidad para este servicio.

HISTORIAS. Nancy nunca tuvo la vida fácil. Todos sus embarazos los tuvo que llevar al mismo tiempo que trabajaba, así que el olor a pomada no es ajeno para su hijos de 3, 8 y 12 años. La última de ellas, una niña inquieta, se divierte en el parque, saludando a los demás lustradores mientras mamá trabaja. Los otros, están en la escuela, aprovechando la educación que Nancy puede costearles. Ella empezó a lustrar zapatos a los 20 años y desde entonces trabajan 10 horas al día, algunos de los cuales aprovecha para las tareas de la casa, gracias al horario flexible que este servicio le permite. Muchos de los clientes ganados a los años, le dejan sus zapatos para recogerlos después, con una confianza casi familiar. A 2 soles la limpiada, el negocio es redondo.

Antes, Nancy y sus colegas, tenían que buscar la mejor ubicación del parque para conseguir clientes. Ahora, ellos se han organizado para instalar 8 módulos para lustradores de calzado agrupados en la “Asociación Clúster de lustradores de calzado y afines de Huancayo”, de este modo, ofrecen comodidad y seguridad para los clientes. El proyecto se hizo posible gracias al permiso del espacio público otorgado por la Municipalidad Provincial de Huancayo y las facilidades de pago para el financiamiento de parte de la Caja Huancayo. “Es gratificante que la Asociación haya tomado la iniciativa de modernizarse, pues se brindará un mejor servicio para los clientes”, señala Nancy.

De la misma opinión es Ignacio Huancar, de 58 años, quien trabaja como lustrador desde que era un adolescente. Con más de 44 años de trabajo encima, Ignacio pudo superar la separación de su mujer y sacar adelante a sus 3 hijos. “No solo mantenemos limpios los zapatos de los huancaínos, sino que orientamos a visitantes sobre los lugares más importantes y representativos de Huancayo gracias a capacitaciones que recibimos de la Policía de Turismo”, agradece.

Si bien hay un grupo que modernizó sus módulos para atender a sus clientes, hay otro grupo que también está recorriendo el mismo camino. Y es que el oficio de lustrador de zapatos no solo es un trabajo digno, sino también una forma de vivir pensando en que los zapatos de una persona son la mejor presentación.

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