Huacar, tierra religiosa de la Semana Santa

Huacar, como fue la entrada y uno de los reinos primigenios del portentoso imperio de los Yaros que en la conquista de los incas no pudieron doblegarlos y terminaron en una alianza confederada (Inca-Yaros) naciendo el Chinchaysuyo con su capital el wanuco pampa del imperio Tahuaintisuyo.

Posteriormente llegarían los españoles que en nombre de santos y apegados a las escrituras bíblicas fundarían ciudades y villas, una de ellas es la Villa San Miguel de Huacar, que fue formada con los pequeños reinos de los Atashs, Cochatamas, Quinuashs, Tupines y Rimalhuarangas, después del visitador español Iñigo Ortiz de Zuñiga, que recomienda a la corona española en 1562 su formación y conversión a la fe cristiana.

Esta villa fue considerada en la época de la colonial como el centro principal para realizar la evangelización a los demás pueblos, aquí se encuentra uno de los templos más antiguos de la región que data de 1570 y que tiene como Patrón al Santo San Miguel Arcangel; Huacar fue también el lugar de descanso de los primeros pastores de la fe católica y convertido más adelante como el convento de los franciscanos.

ESCENIFICACIÓN

Huacar, en referencia a la religiosidad contemporánea que se vive y teniendo como antecedente su pasado histórico y de encanto, en 1982 con la llegada del reverendo padre franciscano Buenaventura se escenificaría por vez primera la “Vida, Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo”, hecho que marcó una solemnidad religiosa en toda la población, la misma que se realizó de manera consecutiva hasta el año de 1987, cuando Huacar al igual que otros pueblos y ciudades sufrían los problemas políticos de la subversión, que obligaba a dejar de expresarse libremente sus tradiciones y costumbres.

Después de unos años, y al levantarse el Estado de Emergencia decretado para los departamentos de la zona central y entre ellas Huánuco, se volvería a reiniciar la escenificación de la vía crucis en Huacar de manera eventual (por falta de apoyo económico y con poca o nula difusión a nivel regional) desde el año de 1991 hasta el 2007. Luego desde el 2008 hasta la fecha se realiza imparablemente cada mes de Marzo - Abril, mejorando las escenas de los acontecimientos bíblicos por la Semana Santa y dentro de un paisaje real y maravilloso que posee el distrito.

Asimismo en Huacar desde el 2012 también los niños realizan la escenificación de la Vía Crucis, que en su mayoría son los alumnos de la Institución Educativa Parroquial “Santa María de Guadalupe”, actores noveles que apertura la escenificación principal del Génesis y Sacrificio de Jesucristo.

GESTORES

“Iniciamos esta escenificación con un compromiso de religiosidad de nuestra fe, al vivir en carne propia los momentos de angustia y de sacrificio que vivió nuestro Señor Jesucristo a su paso por la tierra, actuamos con toda realidad y normalidad solemne, nuestros actores hasta hoy son los hijos del pueblo, nosotros vivimos y reafirmamos nuestra fe cristiana al redentor y salvador del mundo”, precisa el profesor Francisco Eliseo Salazar Cajas, quien en coordinación con el padre franciscano Buenaventura iniciarían esta religiosidad bíblica, que hoy se repite en otras latitudes de la región Huánuco con mayor publicidad y línea comercial.

“Es muy grato recibir el reconocimiento de la gente y de saberse que esta Vía Crucis de la Semana Santa, que se inicio hace más de 30 años continúe con la participación activa de los jóvenes y de nuestra gente, siendo los pioneros a nivel de nuestra región Huánuco”, refiere Sergio Orna Orbezo, el primer actor que encarno a Jesucristo en 1982.

“Gracias al altísimo, por darnos la oportunidad de encarnar junto a mi hijo la Vida, Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo, recuerdo que el padre Buenaventura en sus misas y mensajes, nos decía que Jesús vino al mundo a salvarnos y que su sacrificio en la cruz fue para salvar a la humanidad. Es así que nos propuso realizar la escenificación de la Semana Santa en Huacar, y fue mi hijo elegido para que realice el papel de Jesús y yo de la virgen María”, recuerda Magdalena Orbezo, conocida y muy querida en su pueblo natal.