Mentiras y traiciones en el Consejo Regional
Mentiras y traiciones en el Consejo Regional

Rómulo Triveño gobierna bajo la sombra en el Gobierno Regional de Ica.

El atardecer del 1 de enero, José Tordoya Cabezas, Javier Grados Tello, Eleodoro Trinidad Ceyrico, Esther Cartagena Castrillón (Mamainé), Dery Gonzales Carrizales y Gustavo Soto Lévano habían llegado al acuerdo de que este último sería el consejero delegado.

Días después, la consejera de la oposición Nora Barco de Gotuzzo (Obras por la Modernidad “G”) propuso a Tordoya Cabezas para convertirse en consejero delegado, con el respaldo de los consejeros de Chincha y de Palpa, Víctor Ronald Jave Matías y Víctor Tubilla Andía respectivamente.

El jueves 8, pasadas las diez de la mañana, poco antes de la primera sesión regional ingresaron dos mociones que contenían la postulación de Gustavo Soto Lévano y de Torodoya Cabezas al cargo de consejero delegado.

El secretario regional ratificado en el cargo, Fernando Valdez Loyola, dio lectura del primer acuerdo que confirmaba la lectura de Soto Lévano como primer consejero delegado. Al final se conoció la candidatura del oficialista Tordoya Cabezas, como el candidato de la oposición.

Había dos candidaturas al cargo de consejero delegado.

El fujimorista Tordoya Cabezas enterró la mirada en el piso, en tanto Soto Lévano empezó a sentirse incómodo tras conocer que Tordoya Cabezas, que antes había apoyado su candidatura, se pasó a la oposición.

Soto Lévano, por el evidente revés de uno de sus colegas, sintió que su postulación al cargo de consejero delegado se diluía y que el resto también iba a votar por el candidato de la oposición.

El exregidor empezó a mover los pies de forma inusitada. Se sentía el nerviosismo. Sintió una traición.

Era más que claro que Tordoya Cabezas, al convertirse en el candidato de la oposición, traicionó al primer acuerdo con el oficialismo que había designado como consejero delegado a Soto Lévano.

El consejero fujimorista Tordoya Cabezas consiguió, además de él, el voto de los consejeros Barco de Gotuzzo, Víctor Ronald Jave Matías y Víctor Ubilla Andía. Tenía cuatro votos a su favor, pero no era suficiente.

Soto Lévano, con todo el nerviosismo que lo invadía, consiguió el respaldo de la consejera de Pisco, Dery Gonzales Carrizales, de Javier Grados Tello (Palpa), Esther Cartagena Castrillón (Chincha) y Eleodoro Trinidad Ceyrico (Nasca). Tenía cinco votos.

Soto Lévano con cinco votos logró convertirse en el consejero delegado y quedó marcado que Nora Barco de Gotuzzo, consejera por Obras por la Modernidad (G), será quien liderará la oposición junto al resto de consejeros que apoyaron la postulación de Tordoya Cabezas.

Soto Lévano, tras su elección y juramentación en el cargo como consejero delegado por el vicepresidente regional, José Yamashiro Oré, dijo las cosas en forma clara y directa. No había por qué guardar los formalismos.

Traidor oficialista. El electo consejero delegado juró por el “honor, la transparencia y la lealtad”.

Soto Lévano, al conocer que Tordoya Cabezas se había pasado a la oposición, fue claro y directo en señalar que esa actitud era “una traición y deslealtad”.

Para él era inconcebible que Tordoya Cabezas formara otra lista; y eso era una muestra de deslealtad y traición.

El fujimorista Tordoya Cabezas, durante el discurso de Soto Lévano, prefirió que la tierra se lo devorara. Había quedado al descubierto que había fallado al primer acuerdo de su partido Fuerza Popular.

El fujimorista esgrimió la explicación poco convincente de que en una elección siempre tenía que haber dos listas. Y si fuera así, no tenía por qué olvidar su primer acuerdo de apoyar la candidatura de Soto Lévano.

Este último llamó “traidor” a Tordoya Cabezas.

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