Emprendedores: "“Queremos reeducar en el consumo”"

Una muestra que el emprendimiento no tiene edad son dos jóvenes que han iniciado la aventura de producir cerveza artesanal en Ica. Hace seis meses Enrique Suquilanda ingresó al mundo de la cerveza artesanal -como consumidor- casualmente, luego de investigar sobre su elaboración y variedades tuvo la iniciativa junto a Harue Donayre de montar su propia microcerveceria e iniciar la elaboración de su propio producto, es así que mediante una serie de pruebas y estudiando el mercado iqueño encontraron un mercado aún no explotado para la cerveza artesanal en Ica.

“Saint Sixtus” es la identidad corporativa y nombre final de la cerveza, otorgado en mérito de la localidad belga donde se produce la mejor cerveza en el mundo y a la memoria del abuelo de Enrique Suquilanda, él nos relata que iniciaron produciendo Piscos macerados con frutas, sin embargo encontró en la cerveza una cultura y un mundo apasionante, “Se trata de cuatro ingredientes básicos y muchas recetas, de los cuales cada cervecero al combinarlos de manera diferente obtienen una gran cantidad de variedades de cerveza, cada una de estas con una personalidad propia”, agrega.

LA CEBADA (MALTA). Si bien en Perú se siembra cebada, esta no es de tipo cervecera, por ello la materia prima para la producción actualmente es de importación, “No es nada sencillo conseguir los ingredientes, al no haber producción interna que satisfaga el mercado cervecero artesanal todo debe ser importado, lamentablemente desde que el producto llega a Perú y circula en el mercado interno puede llegar a costar hasta el 250% más de su precio de importación, esto es un factor negativo para este tipo de emprendimientos”, señala Enrique Suquilanda.

Ellos nos cuentan que el posicionamiento de una cervecería artesanal pasa por reeducar en el consumo de cerveza, comprender que desde su producción hasta llegar al cliente final son en sí mismas una cultura, “Todos consumimos y aceptamos lo que el mercado cervecero industrial nos ofreció durante años, por ello el mercado artesanal enfrenta el reto de ofrecer nuevas experiencias y sabores que rompan el paradigma del por qué debo comprar algo que puede resultar más costoso y que no conozco contra algo que tomé toda mi vida y que ya conozco” señala el productor; es allí donde ingresa el trabajo de Harue Donayre, “Hemos asumido el reto de reeducar al consumidor, empezando por conocerlo para enseñarle. Actualmente utilizamos las redes sociales como Facebook e Instagram que hace un contacto directo sobre las preferencias de nuestros seguidores y clientes. Además nos enfocamos en lanzar promociones y concursos semanales, en donde poco a poco introducimos éste nuevo concepto de la cerveza artesanal; eventualmente realizamos incursiones urbanas con la intención de acercarnos a las personas y así conocer sus opiniones, creemos en que todo esto forma parte de posicionar la marca y ser sinónimo de buenos momentos, que el cliente pruebe, compare y disfrute”, señala.

Lo que ofrece la elaboración artesanal es un producto personalizado, que guarda muchos cuidados en su elaboración, lo que permite lograr una mayor calidad botella a botella, esto debido a que su producción a pequeña escala (en comparación a la industrial) se basa en la dedicación y no en las cantidades finales, controlando mejor los procesos y cantidad de ingredientes en cada cerveza. “La colocación del producto ahora está distribuida por zonas de acuerdo al nicho de mercado al que estamos destinados, en restaurantes y bares concurridos por el sector turístico, ya que ellos vienen con una cultura cervecera artesanal, que no solo es consumida para fines recreativos sino que es una bebida para maridar y saborear. Convirtiéndose Saint Sixtus en un producto que le ofrece un plus importante a nuestros distribuidores en sus cartas” agrega Harue Donayre.

MARIDAJE. Existe el mito en el cual la cerveza solo sirve para maridar el ceviche, Enrique aclara que “con la amplia variedad de cervezas que existen, cada una con texturas y sabores profundos, no resulta difícil pensar que nuestra comida peruana logre en la cerveza un muy buen compañero, tal es así que actualmente ya podemos encontrarlas como maridajes en las cartas de los restaurantes de los mejores cocineros de nuestro país.

Sin duda la pareja de jóvenes es un ejemplo de emprendimiento digna de imitar, la cervecera artesanal iqueña Saint Sixtus está en las redes sociales donde nos invitan a conocer más sobre el mundo y cultura de ésta revolución cervecera.