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El arquero rosado entró para el tiempo suplementario como el salvador y durante el partido demostró que tenía que ser el portero titular y no el suplente.

En la ronda de los penales, borró de un plumazo el trabajo impecable realizado en el tiempo extra. Demostró que mejor lo hace bajo los tres palos atajando los goles, pero jamás metiéndolos. De los tres penales a lanzar, fue el único que erró para el equipo de Sport Boys, que provenía del pabellón 12- A. Ninguno de los jugadores rosados tuvo la valentía de pararse frente al arquero rival y ejecutar, y dejaron la definición en los pies de su arquero. Lo erró y perdieron el título.

Quién gritó fuerte y a todo pulmón fue el arquero del Sport Loreto (pabellón 11 -A). Atajó el penal y un compañero suyo ejecutaría el tercer y último para alzar la Copa de la Paz, un torneo de Verano que organizó en el penal Cristo Rey de Cachiche.

El año pasado fue el Mundial. Este año jugaron con nombre de los clubes deportivos del país. Los tradicionales Alianza Lima, Universitario, Sporting Cristal y otros, fueron eliminados en las rondas previas a la final. Los únicos que accedieron a la final fueron Sport Loreto y Sport Boys. El primero cantó el triunfo.

A la ronda de los “penaltis” llegaron tras empatar en los dos tiempos reglamentarios a cuatro goles. Al finalizar la primera mitad, Sport Loreto se imponía por 2-1.

En la complementaria, los rosados reaccionaron y marcaron el empate.

Los loretanos durante el partido siempre llevaron la delantera; y Boys les pisó las zapatillas y siempre les logró empatar en agónico partido.

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