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La concepción de los tres goles de Paolo Guerrero el último jueves ante Bolivia son la muestra clara de las variantes que este equipo de Gareca quiere imponer y que ese día al fin pudo, con la anuencia del rival de turno, claro.

El primer gol fue una construcción hecha de pase al pie pero con paciencia, desde la propia área, en la que prácticamente todo el equipo la tocó para pasar por la medular y, tras toque de Cueva a Vargas, este terminó centrando magníficamente a la cabeza de Guerrero.

El segundo gol fue una demostración más audaz y vertical. Rechace de cabeza de Pizarro tras un córner a favor de Bolivia, Cueva a Farfán, Farfán a Cueva, y pase de ‘tiempista’ a Guerrero que aprovechó la salida desastrosa del arquero boliviano para anotar por segunda vez. Transición rápida y efectiva. Contra perfecta, le llaman.

El tercero fue fruto de eso que también viene mostrando esta selección: la presión y la marca desde el campo contrario. Así fue como nació el primer gol de Perú en esta Copa América ante Brasil. Y así fue como Guerrero concretó su ‘hat trick’. Es verdad, Perú con Bolivia no tuvo la intensa presión alta que, por ejemplo, mostró e intentó con Colombia, pero estuvo ahí siempre vigilante y fue así como Guerrero consiguió su tercer gol.

Son tres elementos básicos de esta selección que dirige Gareca y que han aparecido más que nada en intentos, a ratos, pero que frente a Bolivia se concretaron seguramente también porque el rival oponía menos rigor y dureza en la marca.

Y la idea está ahí, clara, meridiana, latente, empezando a ejecutarse en el campo. Y ya hasta en el otro continente lo advierten: en su crónica del partido el diario español El Mundo destaca que este Perú parece un equipo de otro tiempo, pues juega con paciencia y aplica el vértigo en determinados momentos. Y sobre todo muestra o intenta mostrar fútbol.

Por supuesto que falta afinar aún más el esquema, hacerlo más profundo para que haga daño a rivales de más fuste y que saben defender mejor desde la reducción de espacios y achique. Porque eso también ha sido evidente: a esta selección le cuesta generar ocasiones claras cuando el rival no le da mayores ventajas.

Ahora tendrá una buena y nueva oportunidad para probarse a sí mismo ante un equipo sumamente exigente. El choque del lunes ante Chile será duró y muy complicado porque se trata de la selección que mejor juega al fútbol en Sudamérica, y ansía ganar su primera copa como local. Es el favorito, no hay duda, pero la selección peruana tiene con qué pelear, a juzgar por lo visto hasta hoy.