Gilbert Violeta: “Es innegable que hay una crisis en el Gobierno”
Gilbert Violeta: “Es innegable que hay una crisis en el Gobierno”

El congresista de la agrupación política de Peruanos por el Kambio (PPK), , estuvo en Trujillo para participar del inicio de un programa de capacitación a líderes del partido; pero se dio el tiempo para dialogar con Correo sobre la coyuntura política.

El legislador acepta que es innegable que hay una crisis en el Gobierno por una serie de expectativas no cubiertas. Además, se muestra en desacuerdo con una interpelación a la ministra de Educación, Marilú Martens.

¿Considera que la huelga de los maestros y el antecedente del fenómeno El Niño Costero, que provocó desastres en varias regiones del país, han generado una grave crisis en la gestión de PPK, la misma que se ve reflejada en el malestar de la ciudadanía que no ve resultados?

Bueno, las expectativas de la población siempre son legítimas y más si son expectativas sociales. Lo que hay que decir es que este primer año de gobierno del Presidente Pedro Pablo Kuczynski ha estado marcado por dos fenómenos que claramente han afectado la economía y la caja fiscal, como ha sido el Niño Costero y el caso Lava Jato, que ha provocado toda una ruptura de la cadena de pagos y de la economía en las regiones. Cada una de estas cosas le ha costado un punto al crecimiento del país, es decir ahí tenemos dos puntos menos en el crecimiento del PBI, eso es innegable.

Esto son dos fenómenos completamente externos a cualquier decisión que podría haber tomado el Gobierno. Ahora, que la población tenga expectativas está bien y son legítimas, pero lo que ocurre es que estas expectativas son muchísimas y hay que saber ponderarlas, ponerlas en una suerte de calendario e ir satisfaciéndolas progresivamente.

Pero el sector Educación debería ser un tema prioritario desde ya.

El tema que tenemos en el sector educación es que, primero, el problema no es sí mismo el magisterio, sino es que la educación en el Perú tiene una crisis prolongada y al interior del magisterio lo que se tiene que resolver es que no solo hay una cabeza con la cuales conversar, hay 25 cabezas con las que hay que negociar, por lo tanto cualquier conversación a 25 frentes dificulta cualquier posibilidad de tener un entendimiento. De hecho, en este proceso de negociación hubo un acuerdo con el Sutep al inicio de esta huelga, pero las bases desconocieron el acuerdo al que se había llegado.

Hubo, también, otro acuerdo en Cusco.

Sí, y hubo otro acuerdo con los gobernadores regionales que fue presidido por el gobernador de la región La Libertad, Luis Valdez Farías. Entonces, aquí tenemos problemas en frentes diversos, uno por el problema propio del interior del magisterio y otro porque está claro que el Gobierno no tiene las mejores condiciones fiscales, económicas, para poder satisfacer las necesidades económicas de la gente.

¿Es imposible en este momento satisfacer la demandas de los maestros en el punto de sus sueldos, por ejemplo?

Lo que yo creo es que lo que no es posible es satisfacer todo lo que nosotros quisiéramos en un solo acto. Considero que lo hay que hacer es que lo hagamos de manera progresiva, ya el Gobierno incrementó el sueldo básico y se ha comprometido que desde diciembre va estos S/2,000 como techo salarial, y desde ahí hay un incremento progresivo, y más con la escala de la carrera magisterial, eso supone escalas y esas tienen remuneraciones mejoradas.

¿Entonces desde su análisis el sueldo ya no sería un problema?

Creo que en términos salariales ya no es el problema, ahí se está mejorando. Que hay que darle mejores condiciones de vida a los maestros, por supuesto; pero también creo que crisis como estas deberían servir para crear oportunidades. Y ¿cuál es la oportunidad que creo yo no la estamos viendo?, pues bien, es que esta es una circunstancia ideal para poner el tema de la educación en forma integral sobre la mesa de debate. Y ¿qué supone poner este problema en forma integral?, resumirlo al tema remunerativo, no. El tema está en cómo mejoramos la calidad de vida del maestro. Acá tenemos el problema de infraestructura, necesitamos 60 millones de soles para solucionar infraestructura, se necesita colegios dignos, entre otros puntos.

¿Cómo enfrentar este tema cuando en el mismo Congreso sus colegas están proponiendo interpelar a la ministra de Educación Marilú Martens?

Bueno, yo reconozco que el derecho del fuero parlamentario es interpelar a los ministros. La interpelación es un derecho que hay que saber reconocer; pero esto no es sino una convocatoria a un ministro para que venga resolver un pliego de preguntas, y eso de ahí en sí mismo no es un problema. Yo no cuestiono la interpelación, lo que cuestiono es la oportunidad, porque si los problemas se resolvieran trayendo a los ministros para ser interpelados, entonces traigamos todos los días a los ministros e interpelémoslos y resolvamos los problemas del país en 19 días.

Entonces, ¿desde su punto de vista no es oportuno interpelar a la ministra Marilú Martens?

Creo que, primero, hay que dejar que se resuelva el tema de la huelga, que es el tema central, y logramos que se restituyan las clases en los centros escolares a nivel nacional, y en tanto eso ocurre, el Presidente de la República tomará su decisión sobre la evaluación de ministros para ver cómo han trabajado y el Parlamento hará todas las preguntas que crea conveniente a los ministros. Lo que yo creo es que la oportunidad de la interpelación responde, en este momento, a un tema de intereses políticos.

¿En todo caso se acepta que hay una crisis ocasionada por todos estos inconvenientes que han surgido en este año de gobierno?

Es innegable. Abrimos las ventanas de tu oficina en la avenida Abancay y miras cómo está la calle o miras cómo esta la Plaza de Armas y te das cuenta de que es obvio que hay una gran movilización social. Hay muchas expectativas no cubiertas y hay que trabajar para satisfacerlas.

Ingresando al tema de la reconstrucción. Se destacó el trabajo de reacción inmediata del Gobierno para atender la emergencia, pero pasada esta hay una cierta lentitud que está generando malestar en la población, que considera que hay demora. En la región La Libertad, incluso, ya hubo una movilización.

Creo que es completamente legítimo que la población, bajo las condiciones en las que está viviendo, sufra algún malestar, eso hay que saberlo reconocer y no hay que callar a la gente, eso tienen que expresarlo. Creo también que cualquier proceso de reconstrucción no es sencillo. Por ejemplo, en el caso de Ica, con el terremoto han pasado 10 años y todavía tenemos casas derruidas en Pisco, en Chincha, en Ica, que nunca el Estado cumplió con lo que iba a hacer, eso ha ocurrido, por lo tanto un proceso de reconstrucción nunca es fácil. Lo que sí hay que hacer es ponerle un poco más de pilas a los ministerios de Vivienda y de Transporte, para que se pueda agilizar este proceso con una autoridad que se ha creado especialmente para esta materia.

Cambiando de tema, se han evidenciado discrepancias entre los integrantes de la bancada de Peruano por el Kambio. Usted ha tenido un cruce de palabra con su colega Guido Lombardi. ¿Qué está pasando, acaso no se está apuntando a un mismo norte?

Para comenzar no es un proceso de ruptura, como algunos lo han querido vender. Se trata de posiciones políticas, que como en toda organización pueden ser distintas; es decir la discrepancias y la tolerancia son las bases de la democracia, porque no tiene sentido que no te admita porque piensas distinto a mí en un mismo tema. Si eso ocurre entonces vayamos a Venezuela o a una secta religiosa donde todos piensan igual, este no es el caso. Somos un partido político, con una bancada democrática, la gente tiene derecho a exponer su opinión, tiene derecho a discrepar y al final ponerse de acuerdo, porque de eso se trata; entonces no hay que sobredimensionar las diferencias de opiniones.

Finalmente, estamos ingresando a un año electoral. Aquí en la región La Libertad hay agrupaciones y partidos políticos que ya están iniciando la campaña; pero en Peruanos por el Kambio están muy silenciosos.

Bueno, la idea es hacer todo un trabajo previo. De hecho, ahora estamos en una actividad de capacitación en Trujillo. Además, se está viajando por el país y estamos conversando con las bases del partido y en las próximas tres semanas tendremos una asamblea nacional, tal como lo ha acordado el comité ejecutivo nacional. Y en esa asamblea definiremos cómo afrontaremos este proceso municipal de 2018; se verá si vamos solos, si lo hacemos en alianza, si no vamos.

También se ha evidenciado discrepancias en los dirigentes de la región La Libertad.

Como todavía no hay una posición única tomada como asamblea nacional en el partido, es posible que cada uno de los dirigentes tengan en algunos casos posiciones distintas. Algunos pueden decir vamos solos, otros vamos en alianza; otros pueden decir no vayamos y eso es legítimo en tanto no haya una posición definida.

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