Hablan peritos: “Les dispararon por atrás y a corta distancia” (Vídeo)
Hablan peritos: “Les dispararon por atrás y a corta distancia” (Vídeo)

Tras el análisis que se ha practicado a los fragmentos óseos de las víctimas del supuesto “Escuadrón de la Muerte”, que habría operado en  entre los años 2007 y 2008, se ha podido determinar que los disparos que recibieron en la cabeza fueron realizados a corta distancia y con una dirección de atrás hacia adelante y de abajo hacia arriba.

Esta conclusión, basada en estudios científicos, terminaría por desbaratar el argumento del presunto enfrentamiento entre agentes del orden y policías que siempre ha sostenido la defensa del actual alcalde de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), Elidio Espinoza Quispe, y otros nueve agentes del orden, a quienes se les acusa de integrar este supuesto equipo de aniquilamiento.

La exposición se realizó ayer durante la audiencia por el juicio oral que se le sigue al burgomaestre trujillano y a los otros nueve policías.

ARGUMENTOS. Mirko Cano Gamero, fiscal a cargo de la investigación del caso, indica en su teoría que nunca hubo enfrentamiento entre policías y delincuentes, sino que los miembros del supuesto “Escuadrón de la Muerte”, presuntamente, secuestraron a sus víctimas y luego las ajusticiaron. Para tratar de probar su hipótesis, el representante del Ministerio Público pidió fragmentos óseos de los occisos para que sean analizados por expertos.

Fue así que dos muestras del hueso occipital (hueso central y simétrico que constituye la parte posterior, inferior y media del cráneo y otra muestra del hueso temporal) fueron enviadas al Instituto Médico Legal, en Lima.

DETALLES. Danny Humpire, quien también es especialista en tejido óseo, fue uno de los peritos que estuvo a cargo de los análisis, y ayer frente a los magistrados que dirigen el juicio oral contra Elidio Espinoza y los otros nueve policías, explicó que, según el patrón de fractura que presentan las muestras, se puede concluir que los disparos que causaron el daño al hueso fueron hechos a corta distancia y con un calibre de proyectil pequeño.

“El análisis hecho al orificio de entrada de la bala en el hueso indica que reúne todos los patrones de fractura hecha por disparo a corta distancia”, recalcó el experto.

Según el perito, la trayectoria de la bala fue de atrás hacia adelante y de abajo hacia arriba.

Cuando los magistrados le preguntaron a Danny Humpire si podía determinar cuál era la ubicación del victimario y la víctima cuando se realizó el disparo, el experto solicitó la participación de un voluntario y explicó que existen dos posibilidades:

La primera, que el asesino y la víctima hayan estado parados, el asesino detrás del agraviado y con el cañón del arma ligeramente con una dirección de abajo hacia arriba.

La segunda posibilidad es que el agraviado haya estado echado y el asesino parado extendiendo el brazo, empuñando el arma con dirección a la nuca de la persona que iba a matar.

En ambos casos, el victimario estuvo a menos de 50 centímetros de la víctima. Es decir, nunca hubo larga distancia y por lo tanto tampoco enfrentamiento.

El perito agregó que el análisis hecho a los fragmentos óseos fue microscópico, por eso es que se pudieron conocer todos esos detalles.

Cabe indicar que la Fiscalía tardó dos semanas en poder concretar la cita con ambos peritos, cuya labor se extiende a varios puntos del país donde se ventilan casos que requieren de sus conocimientos y experiencia para esclarecer procesos complicados.

MÁS PERITOS. Es importante recordar que, durante la audiencia del 9 de agosto, la Fiscalía presentó a la perito forense Marleni Mendoza Navarro. Ella explicó que tras practicarle la necropsia de ley a las supuestas víctimas del “Escuadrón de la Muerte”, Víctor Enríquez Lozano y Carlos Mariños Avila, se determinó que los dos recibieron impactos de bala en la cabeza y miembros inferiores.

De acuerdo a los peritajes, lo mismo ocurrió con Ronald Reyes Saavedra y Carlos Esquivel Mendoza. Para llegar a esta conclusión, los peritos simulan una posición anatómica de los cuerpos. (Una persona de pie con las manos hacía adelante, frente al perito observador).

BALÍSTICA. El pasado 9 de agosto, también participó de la audiencia el perito Manuel Sánchez Perea. Él disertó respecto al análisis de absorción atómica practicada a las presuntas víctimas y dijo que a Víctor Enríquez, Ronald Reyes y Carlos Esquivel se les halló en grandes cantidades rastros de plomo, bario y antimonio en las manos; mientras que a Carlos Mariños se le detectó plomo y bario. Es decir, todos habrían realizado disparos con armas de fuego.

Sin embargo, cuando el fiscal Mirko Cano Gamero le preguntó al perito que si con un arma inoperativa, un encendedor en réplica de revólver y dos escopetas de fabricación artesanal -armas que se les incautó a las víctimas-, se puede obtener los resultados que se estaban exponiendo, la respuesta del perito fue negativa.

El experto agregó que solo se obtienen ese tipo de resultados (cantidades significativas de plomo, bario y antimonio) cuando se realiza una gran cantidad de disparos.

La otra posibilidad es que a una persona fallecida le hagan disparar. “Sucede que una persona muerta pierde el dinamismo natural del organismo y, por lo tanto, esos elementos químicos pueden permanecer más tiempo en sus manos”, respondió el perito a las interrogantes del representante del Ministerio Público.

Los abogados de los acusados no pudieron rebatir las explicaciones de los peritos y hasta evitaron contrainterrogarlos.

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