La batalla está en otra cancha
La batalla está en otra cancha

Un tuit, o dos o tres tuits, de Kenji Fujimori fueron suficientes para indenciar la pradera. El tuit o los tuits explotaron en las redes sociales y los medios convencionales -que ahora ya no pueden hacerse de la vista gorda- le dieron cabida al tema y lo robustecieron desde sus portales web y sus plataformas tradicionales (impresas o audiovisuales).

La batalla, entonces, se había desatado en los nuevos medios sociales y en los viejos medios convencionales: iban de uno a otro y regresaban de otro a uno amplificados, enriquecidos, transversales. En pocas horas, es decir, el autogol de la campaña de la candidata Kenji Fujimori propinado por su propio hermano había generado millones de menciones y múltiples noticias.

La batahóla se sintió en el núcleo mismo de la candidata presidencial de Fuerza Popular y había que hacer control de daños. Keiko convocó a una conferencia de prensa para poner cara y mano dura y ratificar esa imagen que es como herencia de papá. Entonces no había que casarse con nadie porque nadie estaba por encima del partido. Zanjado. No hay más. (O esa era la idea)

La conferencia de prensa fue necesaria porque era en los medios donde había que librar esa batalla, donde estallaba esa batalla. Y es en ese mismo escenario donde ahora Keiko Fujimori ha buscado -a manera de contragolpe- morder la campaña de su contrincante Kuczynski. El tema es simple, concreto y, sobre todo, bastante efectivo y popular: la CTS. PPK podrá esgrimir argumentos razonables para modificar una figura atada a los llamados sobre costos laborales y ponerle otro nombre (seguro de desempleo), pero la gente reacciona de una manera elemental ante un tema tan elemental como su bolsillo.

Y en los nuevos medios sociales y en los viejos medios convencionales la verdad, más que nunca, es el centro de una batalla en la que se la amenaza, y eso en gran parte por la vocación que tienen los públicos por el dulce que está encima de la torta informativa antes que por las profundidades de la masa y el contenido de esa torta.

Nos queda un mes de batallas libradas a través de estos nuevos y viejos planes. Una guerra que solo podrá ser ganada por quienes sepan leer los golpes dados y recibidos, por quienes entiendan estos nuevos y viejos lenguajes.