La Libertad: Las disculpas a los vallejianos

Mediante un comunicado público, César Acuña le pide disculpas a la colectividad vallejiana, conformada por alumnos y trabajadores, por el impacto negativo que está padeciendo dicha casa de estudios con relación a su candidatura a la Presidencia de la República. Todo bien con esta reacción marketera, pero creo que el líder de APP se ha quedado corto con la excusa y debería extenderla a sus electores, a quienes ha puesto en compromiso pidiéndoles que avalen el máster en criollada que está sacando en la campaña.

En esta especie de anarquía política en la que vivimos -o soportamos-, el candidato de APP está sobrepasando algunos límites para llegar al poder. Confunde a sus electores, seguidores, simpatizantes o clientes. De esta manera, las denuncias por plagio las ha acuñado en un bolso, para luego minimizar la gravedad del asunto y acabar enredando a su público, en su mayoría gente poco preparada.

Sin embargo, este impacto negativo de su candidatura en su empresa universitaria parece difícil de revertir. Debiera suponer un posterior estudio de maestría de los entendidos en el tema sobre la manera cómo la universidad -personificada por César Acuña- ha sido afectada directamente por su propietario y la respectiva medición del daño. ¿Cuánto valor habrá perdido la marca UCV por haber sido involucrada en política?

Conozco gente de mucho valor que ha pisado la UCV, como estudiante y trabajador, y, la verdad, no merece ser humillada y desvalorizada por los actos del accionista mayoritario. Con ellos debemos dejar de lado la política, que tantas heridas abiertas deja en campaña, y evitar taparnos la nariz sin saber su ominosa realidad.

Por lo tanto, creo que en estas circunstancias debemos separar la paja del trigo y devolverles el valor de estudiantes y trabajadores vallejianos a quienes se encuentran en medio de esta guerra sin cuartel, a la que el propio dueño se ha metido sabiendo de sus debilidades éticas. ¿Qué culpa tienen ellos? Ninguna.

En cuanto a los electores de Acuña, para quienes aún no hay disculpas públicas porque su intención de voto es voluntaria, solo queda decirles que les expliquen a sus hijos, amigos o familiares sus argumentos para darle el apoyo a su candidato en estas elecciones. Si después de esto pueden dormir tranquilos, sin paltas que lamentar, entonces habrán obrado en pleno de sus facultades.