Trujillo: A una semana del séptimo huaico, la gente intenta salir a flote en medio del fango
Trujillo: A una semana del séptimo huaico, la gente intenta salir a flote en medio del fango

En medio de los olores nauseabundos por consecuencia del colapso de los desagües y sin agua potable desde hace más de una semana. Retirando el lodo y los escombros de sus casas derruidas por el golpe de los siete huaicos que sufrieron en solo seis días, pero arropados a una esperanza. Uniéndose y preparando una olla común con lo poco que les queda. Así se encuentran los vecinos del sector Río Seco, en el distrito El Porvenir (), a pocos metros del cementerio Mampuesto, zona por donde el impetuoso desborde de la quebraba San Ildefonso arrasó con todo a su paso.

CON NUEVE HIJOS. Juana Rodríguez Cabrera, de 53 años, narra que aquel domingo 19 de marzo, cuando por sexta vez se desbordó la quebrada, tuvo que salir junto a sus nueve hijos a una zona alta porque el agua con lodo destrozó las paredes de su vivienda, cuyos muros eran de adobe.

Juana Rodríguez vive en la calle Atahualpa de Río Seco, lugar donde casi la totalidad de los hogares fueron afectados.

“En mi casa ahora solo dormimos tres, mi hija mayor y mi esposo; a mis demás hijos los he tenido que llevar a las casas de algunos vecinos porque no tenemos espacio. Todo se lo llevó el huaico”, cuenta con pesar Juana Rodríguez.

DUERMEN EN EL TECHO. Situación similar es la que vive Ricardo Meza Cadillo (52) en la calle Chinchaysuyo, quien manifiesta que junto a su esposa y sus tres hijos, uno de ellos de cinco años, desde hace más de siete días duermen sobre el techo de su casa, dado que todo su predio quedó inundado por el lodo y las aguas servidas.

Ricardo Meza es mototaxista, oficio que por ahora no puede seguir ejerciendo porque su herramienta de trabajo también fue afectada por los embates de la naturaleza.

Desagüe en las vías. En la calle María Julia, zona que tiene sus vías llenas de lodo y charcos de agua de alcantarilla, también se aprecia un panorama desolador.

La señora Julia Ramos Yauri (40) mostraba dos de sus habitaciones que literalmente tenían sobre el piso dos colchones de barro.

Casi el 80% de su vivienda se encuentra inhabitable; junto a su esposo y su hijo de tres años, Julia Ramos se resiste a abandonar su casa argumentando que hay gente inescrupulosa que ya ingresó hace pocos días y se llevaron tres ollas y dos bateas.

AFECTÓ SU NEGOCIO. En tanto, Maximina Guevara Gutiérrez (48), quien en su modesta vivienda de la calle San Luis tiene un pequeño taller de fábrica de zapatos, cuenta que solo pudo recuperar dos docenas de hormas, puesto que el barro sepultó otras diez docenas.

Ella tiene cuatro hijos y junto a su esposo intentan aceptar que la naturaleza los golpeó de modo inesperado, empero, no repara en solicitar ayuda de parte de las autoridades.

“No tenemos agua potable y como verá, casi toda mi casa terminó inundada por el agua del huaico. Pedimos ayuda, se nos acaba el dinero para comer”, exclama Maximina Guevara.

OLLA COMÚN. Pero buscando mitigar sus carencias, con sensibilidad solidaria, un grupo de vecinos de la calle San Luis no tuvo mejor idea que hacer una olla común.

“Hemos cocinado arroz con menestra y guiso se pollo, pero somos más de 240 personas solo de esta calle. Es difícil que todos podamos comer una buena porción, pero tenemos que hacer hasta lo imposible para no morir de hambre”, nos dice Geidy López, una de las moradoras de dicha zona en Río Seco.

REUBICACIÓN. Por su parte, el alcalde distrital de El Porvenir, Paúl Rodríguez Armas, sostuvo que hasta ahora han identificado a más de 1,200 familias que necesitan ser reubicadas en otra zona.

En ese sentido, precisó que la comuna ya gestionó 112 lotes de terreno al gobierno regional para la “habilitación urbana” de estas familias, la misma que estaría ubicada en el sector Túpac Amaru.

“Quizá puedan llegar a 2,000 familias damnificadas”, acotó el burgomaestre.

Cabe mencionar que en ese sector del distrito porvenireño hay maquinarias que poco a poco están recogiendo los escombros y todo lo que dejaron los siete huaicos que discurrieron desde la quebrada San Ildefonso.

TAGS RELACIONADOS