Imagen
Imagen

La pregunta se las he hecho a varias personas con las que me he podido chocar en las últimas horas. Se las he planteado a mis alumnos de las clases de periodismo, a los parientes y amigos, sobre todo a las personas que están alejadas de los vaivenes de la política y conocen de ella por lo que pueden ver desde los medios.

La pregunta ha sido la siguiente: ¿por qué creen que se la está investigando a , cuál ha sido concretamente su delito?

Todos han dado respuestas generales, abiertas, nada concretas. Todos mencionan a las agendas, pero no les queda claro -por lo visto- cuál ha sido el pecado cometido. Eso sí, hablan aquí de dinero, de presunto robo y corrupción.

Lo que es más -tal como me lo temía-, la mayoría de los preguntados no sabe que las cosas que se le imputan a la primera dama tiene que ver con asuntos que pasaron años atrás, cuando ella y su esposo Ollanta Humala no estaban aún en el poder. Como ellos, muchos en el Perú han terminado creyendo que se trata de actos de corrupción de este periodo de gobierno.

Ya me temía que esta batahola de información tras información sobre el caso Nadine Heredia iba a traer esta ola de confusión, este río de revuelto. Heredia ya fue metida al barro común de los García, Toledo, Fujimori y demás. No sé si haya hecho los merecimientos para ello, pero ya está ahí.

Y no digo con esto que esta señora sea inocente ni mucho menos. No me pongan del lado que no quiero estar. Claro que pese a todo Nadine Heredia debe ser investigada si es que queremos empezar a adecentar la política y su manejo para que futuros aspirantes y aventureros sean más claros en el uso de los fondos de campaña. Y sin embargo tampoco puedo negar lo evidente, lo real en medio del ruido.

Lo real es pues que pese a todo el ruido y el escándalo, no va a ser fácil encontrarle delitos a Nadine Heredia porque el financiamiento de los partidos -que es lo que aquí se investiga- permite estos devaneos. Y porque es bien complicado demostrar que los fondos que hoy están bajo la lupa hayan provenido de dinero negro (solo así se podría hablar de lavado de activos).

Al final, se trata de política. Y como tal ha habido aquí también una batalla librada. Heredia la ha perdido, y debe pagar por ello, como debe pagar también por haberle mentido al país al negar lo de las famosas agendas.

TAGS RELACIONADOS