Chiclayo: Juzgado ordena prisión preventiva por 9 meses para asesino de mujer y de sus 2 menores hijos

Ella y sus dos niños ya descansan en el camposanto, mientras que él, autor confeso del triple crimen, dormirá en prisión. Esto luego de que el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Chiclayo ordenara dicha medida preventiva por el plazo de 9 meses contra Johnny Ch. N. (40).

No había mucho que explicar: en la víspera, el mismo padre de familia había confesado los actos por los cuales ahora es investigado y que lo podrían llevar a recibir hasta cadena perpetua. Y mientras él escuchaba la decisión de la jueza Marisol Vásquez Ruiz, los seres queridos de Janeth C. Ch. (30), entre lágrimas y pedidos de justicia, daban el último adiós a las víctimas en el cementerio El Carmen.

DESGARRADOR. Ayer, al promediar las 10:00 de la mañana, dos vehículos transportaban los ferétros hasta el cementerio. Los restos de Janeth y sus vástagos, una niña de 5 años y un pequeño de 3, llegaban a su última morada, donde un gran número de familiares, vecinos del barrio y amigos aguardaban expectantes.

Ninguno terminaba de asimilar que, hace apenas unos días, los dos niños seguían jugando y riendo como siempre, en la vivienda ubicada en la calle Machu Picchu del distrito de La Victoria, ajenos a la tensa situación que atravesaban sus progenitores a raíz de los celos.

Cegado por la ira, Johnny perdería el control durante una discusión, el último viernes, y terminaría acuchillando a su pareja. Luego, iría en busca de su hijo, el más joven, quien estaba en la sala. La última en morir sería la niña. Todo ello frente a un tercer menor: la sobrina de Janeth, de apenas 3 años, quien aquel día había ido a jugar con sus primos.

Ayer, en el cementerio, durante el breve discurso que diera José, el padrastro de la mujer victimada, la solemnidad del momento quedó a un lado y los presentes se unieron en una sola voz para pedir que se sancione a Johnny Ch. N. con cadena perpetua. “Esta muerte no se va a quedar impune”, expresó José, con la voz quebrada, mientras la multitud alzaba los puños y gritaba “¡Justicia!”.

También estuvieron presentes otras madres de familia y la profesora de la niña fallecida, quien dirigió unas sentidas palabras en memoria de su alumna. Carmela, la madre de Janeth, abrazó el ataúd de su hija, desconsolada, antes de que los féretros fueran llevados a sus nichos. Lo mismo hicieron otros parientes, como el medio hermano de los niños, de 16 años de edad.

Quien tampoco soportó el dolor y se desvaneció al ver a sus sobrinos siendo sepultados fue la hermana de Janeth, Jessica. Fue su hija quien presenció todo aquel día y quien, de milagro, resultó ilesa, pues al principio su tío la encerró en el baño y luego la perdió de vista.

MEDIDA. No obstante, en su momento, Johhny confesó que al ocultar los cuerpos de los dos niños muertos en una cisterna, su pequeña sobrina tropezó y cayó al agujero, de donde la retiró de inmediato para luego colocar el cadáver de su pareja.

Este detalle fue tomado en cuenta por la jueza Marisol Vásquez durante la audiencia de prisión preventiva, pues demostraría que el hombre se encontraba en pleno uso de sus facultades al momento de cometer el crimen.

Asimismo, el pedido que sustentó el fiscal Luis Miguel Peña Delgado fue aceptado al considerar que existen graves y fundados elementos de convicción que acreditan la participación de Johnny Ch. N. en los delitos de feminicidio y parricidio.

También, se tuvo en cuenta que la pena a imponerse al culminar la investigación sería muy alta y podría llegar, incluso, a cadena perpetua. Al leer su resolución, la magistrada consideró además la “actitud cruel y feroz en el ataque”, así como el peligro de fuga.

Durante la audiencia, el imputado intentó justificar su accionar aduciendo que tuvo una discusión con su pareja porque había comprobado que ella le era infiel. Sin embargo, al escuchar el veredicto de la jueza rompió en llanto y pidió perdón a su familia.

Conocida la disposición, el fiscal Luis Peña recalcó que el imputado actuó cuando todavía estaba lúcido, para solo después consumir licor, al parecer por consejo de un familiar.