Damnificados de José Leonardo Ortiz están abandonados
Damnificados de José Leonardo Ortiz están abandonados

Es realmente triste ver que cientos de personas viven en un extremo grado de pobreza, más aún cuando nuestras autoridades les dan la espalda ante un pedido de ayuda. Esta vez, Correo acudió hasta el estadio Carlos Castañeda Iparraguirre, ubicado en el distrito de, en donde se encuentran instaladas temporalmente 22 familias que quedaron damnificadas durante el fenómeno de El Niño Costero.

Allí se pudo verificar que los 28 adultos y 49 menores de edad que viven allí lo hacen en condiciones infrahumanas y expuestos no solo a la inseguridad ciudadana, sino también a contraer diversas enfermedades.

CASOS. Mientras se visitaba la zona, en una de las carpas encontramos a Carmela Medina Cotrina (40), madre de 5 hijos (dos grandes y tres pequeños).

Ella contó que junto a su familia se encuentran en el lugar luego de que la casa que cuidaban, situada en el sector Maximiliano Díaz, se derrumbara al no soportar las paredes la humedad, producto de las precipitaciones pluviales que se registraron desde marzo de este año.

Creyeron que las autoridades locales y del Gobierno los ayudaría para tener una mejor condición de vida; sin embargo, fue todo lo contrario.

Carmela nos dice que no cuentan con luz, agua ni desagüe. Agrega que hace un mes no reciben los alimentos que solían llevarles para todos los damnificados.

“Estamos aquí con mis hijitos que son pequeños. Ellos tienen hambre y a duras penas les hago algo de comer con lo poco que me pagan por pelar ajos a comerciantes del Mercado Moshoqueque. Una de mis hijitas se enfermó del estomago porque la contaminación es grande aquí por las moscas”, narró Medina Cotrina.

Efectivamente, a simple vista, hay gran cantidad de moscas en el estadio leonardino y que contaminan los pocos alimentos que tienen y también en algunos gastados utensilios.

Pero no solo eso es el problema que viven a diario las familias damnificadas, también se enfrentan al frío por las noches y madrugadas.

Rosario Ramírez Vásquez (34), otra damnificada, señaló que tiene 6 hijos, un adolescente y cinco pequeños, por quienes sufre al no poder darles algo mejor. Ella afuera de su carpa, con unas maderas ha colocado un lavadero de platos, así como de ropa de forma provisional.

“De algunas carpas el cierre se ha malogrado y hace demasiado frío por las noches; tanto así que las colchas que nos han entregado no es suficiente y tengo miedo que mis hijos se enfermen, pues no tengo dinero para la medicina. Peor, aquí el agua que recogemos lejos lo utilizamos hasta en tres oportunidades y luego lo botamos”, contó.

A su turno, Segundo Rachi Collantes (56) sostuvo que su humilde casa ubicada en el pueblo joven Ramiro Prialé del populoso distrito leonardino también se desplomó por las intensas lluvias, lo peor de ello es que entre las pertenencias que perdió se encontraba la minuta de su morada.

“Con mis hijos estamos haciendo algunos trabajitos pequeños para poder subsistir. Hace un mes que no nos brindan víveres y mire las condiciones en la que vivimos. Peor con las moscas y el olor nauseabundo no solo de la basura que queda en los camiones, sino también de los baños ecológicos”, manifestó.

ABANDONO. Del mismo modo en el mencionado estadio también se hallaba María Isabel Vilela viuda de Delgado (69). Ella no puede caminar y padece de fibrosis pulmonar.

Su pequeña carpa también es ocupada por su hijo, su nuera y sus dos nietos, quienes trabajan vendiendo caramelos por el centro de la ciudad.

La anciana con la voz baja dio a conocer que su nuera como puede regresa al estadio a darle de comer y en algunas veces son los vecinos quienes la ayudan en la alimentación y para trasladarla a hacer sus necesidades fisiológicas hacia los baños ecológicos que están a unos metros.

“Los del municipio hace tres meses me dijeron que limpie el desmonte que quedó en mi terreno tras caerse mi casita. Con mi hijo lo hemos hecho, pero hasta ahora nadie va a colocar o armar un módulo como nos ofrecieron. Ya nadie viene para saber de todos los que vivimos aquí”, dijo.

De igual forma declaró que desde noviembre del 2016 le retiraron el pago de pensión 65, con cuyo dinero al menos podía sostenerse en cuanto a su alimentación y medicamentos.

“Fui al local en Santa Victoria para saber el motivo de por qué ya no me pagan de la pensión 65 y la señorita me dijo que hubo un error en mi nombre y lo iban arreglar. Ya han pasado 9 meses y hasta ahora no le dan solución”, acotó la humilde anciana, quien pidió a las autoridades que les brinde la respectiva ayuda para que su situación no empeore.

Además tiene temor debido a que ha escuchado rumores que los desalojarían en los próximos días del estadio, pues no tienen a dónde ir.

Otro de los casos es el de Reyna Majuan Campos (47), quien junto a su esposo y cuatro hijos perdieron su vivienda en la Upis leonardina de San Miguel. Se derrumbó totalmente por la fuerte humedad de la lluvia.

Señaló que representantes de Cofopri, Ministerio de Vivienda y del la comuna de José Leonardo Ortiz la colocaron en la lista para que sea una de las beneficiadas de uno de los módulos de casa; pero hasta la fecha no hay nada.

“Nos dijeron que a la señorita encargada cuando llegó a la zona fue asaltada por un grupo de delincuentes y allí le llevaron toda la documentación. Supuestamente es por eso que no saben quiénes son los inscritos, eso ha ocurrido ya hace dos meses. Queremos ayuda, por favor”, suplica.

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