Lambayeque: Sequía amenaza 29 mil 600 hectáreas de cultivos de arroz en la región

INCERTIDUMBRE. Los agricultores del valle Chancay Lambayeque vuelven a estar temerosos por el futuro de sus cultivos, y es que si bien se aproxima la temporada de lluvias, hasta el momento estas no se han registrado como se esperaba en la parte alta del norte del Perú.

La sequía, que además fue uno de los potenciales detonantes de los incendios forestales presentados en los últimos días, se ha convertido también en una amenaza que pone en riesgo el inicio de campañas agrícolas como la del arroz, para la cual fueron declaradas, este año, unas 29 mil 600 hectáreas.

Por el momento y como se supo, la campaña de algodón ha quedado descartada. Los cultivos, en este caso, debieron instalarse antes de la quincena de noviembre, debido a la delicadez del producto, y ahora los hombres del campo deberán buscar alguna otra alternativa para no ver afectada su economía.

PREOCUPACIÓN. Según indicó el presidente de la Junta de Usuarios del Valle Chancay Lambayeque, Genaro Vera Roalcaba, normalmente la campaña de arroz iniciaba el 1 de diciembre en un primer sector del valle. Sin embargo, esto ya no será posible debido al retraso de las lluvias y el bajo nivel que presenta el reservorio de Tinajones.

“Estamos alrededor de los 39 millones (de metros cúbicos) en el reservorio, o sea que no tenemos agua garantizada para la campaña de arroz. En el caso del algodón ya se tuvo que suspender y con los agricultores se tiene ahora que programar para que siembren otro cultivo, que pueden ser maíz o menestras, pero no arroz”, dijo.

Precisó que son alrededor de 22 mil hombres de campo los que cultivan arroz y a los que por ahora solo les queda esperar lo que diga la naturaleza. Refirió que dependiendo de ello, se tendrán que correr las fechas de la campaña y esperar que no ocurra lo mismo que con los mil 500 usuarios del valle que ya no podrán sembrar algodón.

CONSECUENCIA. A su vez, el director regional de Agro Rural del Ministerio de Agricultra, Bernardino Lalopú Silva, también expresó su preocupación y consideró que los recientes incendios forestales no harán más que agravar la ausencia de lluvias.

“Con esta deforestación que se ha dado por la quema de plantaciones tanto nativas y exóticas, como es el caso del pino radiata, ya se está interfiriendo en el ciclo hidrológico, porque estamos hablando de un aproximado de más de 3 mil hectáreas que se han perdido, (...) la vegetación es la que capta la humedad de los páramos y permite traer el agua a los ríos, es por eso que todo esto termina perjudicando a los agricultores de la costa y hasta es posible que a la justas podamos tener agua potable para nuestras casas”, manifestó el funcionario.

De similar manera, el jefe del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (Coer), Carlos Balarezo Mesones, refirió que los siniestros (controlados hasta la fecha en un 90%) no solo han ocasionado daños irremediables a la flora y fauna de áreas protegidas, sino que además, han afectado a los páramos o nacientes de las cuencas.

“Son entre 5 y 6 lugares donde ha habido focos de incendio. Tenemos una sequía terrible, se está perdiendo cobertura arbórea y es probable que eso tenga un impacto en la generación de lluvias, (...) yo creo que se está configurando una sequía, hay preocupación también por el agua de consumo humano, pero es un asunto que todavía está en el terreno del sector Agricultura, y si hay una emergencia mayor tenemos toda la disposición para intervenir”, expresó Balarezo Mesones.