El drama de los damnificados por las lluvias que no son tomados en cuenta
El drama de los damnificados por las lluvias que no son tomados en cuenta

Hoy se cumplen 19 días desde que se desbordó el río , lo que ocasionó que miles de familias quedaran literalmente en la calle en los diferentes caseríos de Catacaos y Cura Mori.

Según el reporte oficial y de acuerdo a las personas que encontraron refugio en los diferentes albergues, son más de 49 mil los damnificados.

Sin embargo, hay otra buena cantidad de familias que lo perdieron todo, pero que no han sido tomados en cuenta por las autoridades, según su propio testimonio.

En un recorrido que Correo realizó ayer por los distritos de Catacaos y Cura Mori, encontramos a decenas de familias que a diario acampan al costado de la carretera, a la espera de las personas que se dirigen a Pedregal y Pozo de Los Ramos para entregar ayuda, y rogarles que les dejen algo para darles a sus hijos.

Reclamo. Rosa Fernández Silva, una de las madres damnificadas del asentamiento humano Juan de Mori, nos dijo que durante la inundación del río, el agua les llegó hasta el pecho.

“Hemos perdido ropa, documentos, cosas de los niños del mismo colegio, no hay trabajo, y por necesidad nos venimos por acá para que nos ayuden”, contó afligida.

Reprochó, según dijo, la actitud del alcalde Juan Cieza quien les habría dicho que en Juan de Mori no hay damnificados.

“El alcalde ni siquiera se ha detenido para dejarnos arena, nada, ha dicho que en Catacaos ha sido una pasadita nomás. Él y ninguna de las autoridades ha pasado por allá, por allá no llega nada, un día nomás llegó algo de ayuda pero después nada”, señaló Rosa Fernández.

“Venimos por acá porque hay carros que pasan y nos dan algo. El alcalde debería ir empadronando casa por casa porque todos han sido afectados, no solamente por acá (Cura Mori), hasta ahorita hay bastantes lagunas del río que no han sacado el agua, y los mismos moradores como pueden tienen que sacarla, y toda esa contaminación del medio ambiente le daña a los niños, hay incluso durante el día bastante zancudo”, agregó.

Por su parte, Teófila Chunga y María Consuelo Rivas Zapata residentes en el caserío Montesullón, señalaron que el burgomaestre también habría dicho que dicho caserío tampoco habría sido afectado.

“Nosotros perdimos colchones, sábanas, mis hijos están durmiendo en cartones y todo se ha perdido, también los animales, tuve una bodega y todo lo he perdido, necesitamos que nos apoyen, venimos para acá y recibimos para el desayuno, almuerzo, porque la Municipalidad nada”, dijo María Rivas.

Agregó que recién el miércoles 12 regresó a su casa, “pero como no tenemos que comer, me he salido a buscar algo. He estado en San Pablo pero allá les están dando preferencia a los que son mayoría de los caseríos y asentamientos humanos, nosotros éramos pocos”, acotó María Rivas.

Avanzando por la carretera que conduce al distrito de Cura Mori, encontramos también a decenas de familias de los asentamientos humanos que perdieron sus casas.

Muchas de ellas pernoctan en la calle frente a lo que fueron sus viviendas, a merced del viento, zancudos y la contaminación.

DENUNCIA. En el distrito de Cura Mori, unas 17 familias del caserío Nuevo Pedregal, pernoctan desde el fatídico lunes 27 de marzo en el interior del templo Señor de Los Milagros.

Algunas de las madres que allí encontramos, dijeron que Defensa Civil no había hecho una buena verificación de quienes eran los que realmente necesitan de ayuda, y de eso se habían aprovechado varias familias que no necesitaban carpas, porque sus casas de material noble no habían sufrido mayores daños.

“No nos han dado carpas porque dicen que debemos dormir allá, pero no vamos por el zancudo que afecta a las criaturas, por eso dicen que no nos van a dar porque no estamos allá y no es justo”, dijo María Elena Chávez Silva.

Dijo también que hay a quienes les han dado carpas pero que las tienen guardadas. “Hay algunos que han recibido hasta dos carpas. Nosotros que estamos a lo último no nos dieron. Les ha faltado comprobar quiénes verdaderamente lo necesitan”, añadió la madre damnificada.

Al igual que el resto de personas que resultaron damnificadas, María Silva dijo que sobreviven con lo que reciben del comedor, y lo que la gente les deja para hacer una olla común.

Dijo que mañana retornarán a sus casas y esperan que Defensa Civil los tome en cuenta y les entreguen carpas para pernoctar y protegerse de los bichos.

Como se sabe, más 20 refugios se instalaron en diferentes zonas de Piura, Castilla, Veintiséis de Octubre, en el mismo distrito de Catacaos y Veintiséis de Octubre.

Se estima que de los más de 49 mil refugiados, ya más de la mitad habría retornado a sus lugares de origen. Otros todavía no tienen donde ir.

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