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El frío cañón de un arma lo tomó de sorpresa por completo a un vigilante de una entidad financiera de . Había visto detenerse la motocicleta con dos individuos casi frente a él, y cuando Bily Guaylupo Ramos, de 27 años, reaccionó ya tenía esa arma apuntándole debajo del brazo, con una bala lista para atravesar su pecho.

Ocurrió en cuestión de segundos, en el frontis de la sede de la Caja Piura de la avenida Guardia Civil, en pleno corazón financiero del distrito de Castilla.

Al agente de seguridad de la Caja Piura lo asaltó la idea de desenfundar su revólver y enfrentar al muchacho de unos 25 años de edad, que lo amanazaba.

Era chato, de contextura delgada, tez trigueña y saltó de la moto como un endemoniado para reducir al vigilante. Éste creyó que el objetivo era el dinero de la entidad financiera de Piura, y estuvo a punto de batirse a tiros con su oponente cuando el chato le arrebató con una rapidez sorprendente el arma de fuego.

También tomó su teléfono celular, le retiró el cañón de su pistola del cuerpo y subió raudo a la moto que lo esperaba con el motor encendido. Los dos ladrones fugaron por el jirón José Olaya y se perdieron en dirección al parque Juan Bosco, sin ser advertidos por personal policial de Seguridad Ciudadana que vigila ese sector de la región Piura.

En la agencia de la Caja Piura, mientras tanto, el agente de seguridad interna fue advertido del robo y de inmediato pulsó la alarma que puso en alerta a media policía del distrito en esa céntrica zona de Castilla. Los ladrones no han sido capturados aún.    

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