Las aguas servidas invaden un barrio

Los vecinos del asentamiento “9 de octubre”, en la ciudad de Sullana, salieron de sus viviendas para protestar por el vertimiento de aguas de desagüe en la vía pública. Incluso, el agua potable expide un olor a excremento que hace imposible su consumo.

Por esta razón, los vecinos lanzaron una advertencia a los funcionarios de la EPS Grau, debido a que desde hace cuatro meses viven en medio de la inmundicia. “Sino hacen nada, nosotros iremos llevando agua con excremento para tirarla en las oficinas de la empresa”, amenazaron.

Al parecer, el problema se inicia en la calle San Pedro, a inmediaciones del colegio “Fe y Alegría”, y se expande a lo largo de la transversal López Albujar, por donde es imposible transitar sin soportar el olor a excremento y basura.

“Que vengan para que vean cómo vivimos, peor que animales. Son cuatro meses sin solución. Si vamos nos dicen que ya vendrán, y nada”, se lamentó Yovani Agurto, vecina de la calle San José.

Incluso, el agua que consumen viene con residuos fecales y un olor fétido.