Piura: El corazón hospitalario de una familia en Sullana da albergue a damnificados de Catacaos
Piura: El corazón hospitalario de una familia en Sullana da albergue a damnificados de Catacaos

El testimonio de los damnificados en Catacaos que han sido rescatados por sus familias en Sullana y llevados a vivir con ellos, nos eriza la piel y conmueve el corazón de todos. Por lo pronto, son siete las familias cataquenses que pernoctan en una de las viviendas de una señora en Jíbito, caserío del distrito Miguel Checa, Sullana, región , quien les ha ofrecido su humilde vivienda como un albergue donde, si bien no hay abundancias, hay un corazón ávido por ayudar.

Las familias llegaron desde el centro poblado Narihualá en Catacaos, Piura, invitadas por Cecilia Saldarriaga, quien tenía a sus suegros y cuñados en la zona del Bajo Piura. Enterada que el desborde del río Piura sumió en el desamparo a las familias de ese distrito, la aguerrida mujer no lo pensó dos veces y viajó hasta la zona afectada para traérselos a su vivienda en Miguel Checa en Sullana.

Los miembros de las siete familias, entre ellos niños, recién nacidos y ancianos, llegaron solo con los trajes que llevaban puestos. Actualmente duermen en la vivienda de la señora María Aguilar en Jíbito hasta donde se hizo presente una autoridad llevando víveres, empero apremia mayor apoyo dado que es una sola vivienda para más de 20 personas.

“El día que se salió el río Piura, no nos dio el tiempo de estar alerta y poder cerrar nuestras puertas. El río iba ingresando y la corriente iba aumentado y arrasó con todas las cosas. Hemos perdido todo”, manifestó la madre de familia María Senovia Távara Flores. La mujer a pesar de su condición en la que se encuentra envió un mensaje a todos los piuranos y sullaneros para que desplieguen sus fuerzas y donaciones a los damnificados en Catacaos. “Pido ayuda y apoyo para ellos que también lo han perdido todo. Era algo desesperante, todos pedían auxilio, había mucho temor, pena, tristeza. Es algo que no teníamos pensado que la fuerza del río hiciera todos esos desastres”, imploró la madre de familia con un rostro congojado.

De esta manera, las familias Quevedo Bautista, Navarro Bautista y Bautista Távara se encuentran alojadas en la vivienda de doña María Aguilar. Cualquier ser humano, hasta el del corazón más duro, se conmueve con las plegarias y súplicas de los damnificados en el bajo Piura. Ellos esperan que los corazones generosos en Miguel Checa y Sullana, los apoyen en estos difíciles momentos que están atravesando, dado que los hombres han perdido sus trabajos, parcelas y las mujeres tienen a sus menores hijos por quienes levantarse y seguir adelante.

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