Piura: Las planillas fantasmas eran la caja chica de los criminales
Piura: Las planillas fantasmas eran la caja chica de los criminales

Como dos caras de una misma moneda, las organizaciones “Los Maniáticos del Norte” y “La Gran Sangre”, en , usaban el mismo modus operandi para amasar dinero fácil.

Entre las actividades ilícitas a las que se dedicaban están no solo la extorsión, sino también los robos de vehículos y hasta asesinatos.

En la obra de alcantarillado de la urbanización Las Mercedes, el líder de “Los Maniáticos” , Jorge Chaparro Salazar, alias Chaparro, no se contenta con obtener cupos de trabajo para sus agremiados, sino también simula ser un dirigente de una Federación de Construcción Civil para tener presencia en los trabajos y amenazar a los ejecutores para que les den un porcentaje del presupuesto total de este proyecto, a cambio de dejarlos trabajar.

Los secuaces de “Chaparro” aprovechaban su presencia en las obras para repeler el ingreso de otros gremios rivales, y tener una excusa para cobrar otros montos para evitar que las instalaciones sean atacadas por otras banda, en lo que se conoce como “chalequeo”. Osea, cobraban por no hacer nada ni dejar que otros lo hagan, un paquete completo de seguridad ficticia.

Además se aseguraban el cumplimiento del pago de los beneficios económicos que obtenían de manera ilegal.

FANTASMAS. Estas “empresas del delito” solicitaban la asignación de planillas fantasmas, es decir que en ellas figuraban los integrantes de estas bandas o terceros que no laboraban, pero cobraban un sueldo que iba a parar a manos de los cabecillas de las organizaciones criminales .

En esta misma obra aparece Jesús Miguel Frías Neyra, conocido como “Miguelo”, vinculado a “La Gran Sangre”, el mismo que se dedicaba a sembrar el miedo en los encargados de las edificaciones, para que cumplan con los pagos acordados.

Esto lo confirmarían fuentes policiales, quienes señalan que al inicio “Los Maniáticos” y “La Gran Sangre” realizaban sus ilícitos de manera conjunta, pero se separaron por discrepancias en la distribución del dinero obtenido.

Esta modalidad era usada en todo tipo de obras. No se salvaban ni los trabajos de emergencia ante el Fenómeno “El Niño”, donde participaba “Chaparro” y Jorge Rengifo Morales “Jachi”, quien a pesar de estar preso se las ingeniaba para hacer los tratos con los encargados de las obras para que José Santos Tarrillo Navarro , alias “Pepe Tarrillo” realice el cobro de la extorsión.

En su afán de no ser desplazados por otras bandas, “Los Maniáticos” no dudaban en asesinar a sus potenciales rivales en el mercado de las intimidaciones y chalequeo.

Entre los delitos por los que se les investigan está el homicidio de Bryan Castro Esteves, alias “El Topo”, que habría sido producido por “Pota” y Juliacho” el 15 de abril de 2015 cuando este se encontraba tomando licor en la manzana “B” del asentamiento Los Almendros, colindante a López Albújar, junto a dos acompañantes. La víctima y sus compinches pertenecían a la Organización criminal “Los Maleantes de Nueva Esperanza”. El mismo testigo que afirma esta versión atribuye la muerte de alias “Moteta” del asentamiento Los Algarrobos a los mismo autores.

VEHÍCULOS Y RESCATES. Otra de las actividades por las que los integrantes de la Gran Sangre obtenían dinero fácil era el robo y consecuente cobro de rescates para la devolución de vehículos a sus propietarios.

En este punto, es fundamental la participación de uno de los nueve presuntos integrantes de la red criminal “La gran sangre”. Se trata del superior en retiro José Santos Chunga Orozco, quien según la investigación que realizó la Fiscalía Contra el Crimen Organizado, habría cumplido la función de informante.

La experiencia adquirida en sus años de servicio en su lucha contra la delincuencia, le sirvió a este exagente para hacer de intermediario entre las víctimas y el cabecilla “Barbas”, para las devoluciones de los vehículos a los agraviados, previa negociación, participando de este modo en el delito de receptación agravada. Asimismo, al ser miembro del Departamento de Protección de Obras Civiles (Depepoc), en coordinación con delincuentes, promueve actos de vandalismo en las obras para lograr que las empresas soliciten resguardo policial y así favorecerse.

Otra pieza clave de esta organización fue Fernando Quispe Astudillo (a) “Ingeniero Omar”; él fue el ingeniero de la obra Driver Plaza- Galerías del Mercado la cual se ubicaba en la avenida Sanchez Cerro y calle San Lorenzo en Piura. Cumplió el rol de promover el ingreso de “Barbas” y de su red criminal a esta edificación. En donde “La gran sangre de Piura” se encargaba de “chalequear” esta edificación. Además “Ingeniero Omar” le entregaba el dinero de los pagos directamente a “Barbas”.

NEXOS. En una de las 432 escuchas telefónicas se advierte que Omar contacta a Edwin Giovanni Méndez Rebaza (a) “Barbas” para liberar a un amigo que había sido detenido. Así es que la escucha telefónica con fecha del 11 de diciembre de 2015, este personaje se comunica con “Barbas” para preguntarle si tiene amistad con el jefe del Escuadrón Verde.

Omar: Habla cholo

Barbas: Dime.

Omar: Tienes algún contacto en Escuadrón Verde

Barbas: Ya.

Omar: Tienes o no tienes relación

Barbas: ¿Cómo?

Omar: Tienes amistades, ahí

Barbas: Haber, no cholo, ninguna.

Barbas: Escúchame, han caneado al Moro en su jato, lo han sembrado.

Omar: Ya.

Barbas: Necesitamos sacarlo, necesitamos boletas de trabajo de ese on.

Esta conversación ha sido utilizada como prueba en la investigación que realiza la Fiscalía Contra el Crimen Organizado (Fecor) para sindicar a “Barbas” como cabecilla de la organización criminal “La gran sangre”. Además de organizar y tutelar la defensa de Segundo Eduardo Cango Yarlequé (a) “El moro” para ello recurre al ingeniero Omar.