Piura: ¿Merece flexibilidad la ley que pretende mejorar los servicios públicos?

En el último anuncio de la candidata a la presidencia Keiko Fujimori Higushi, hizo referencia a la intención de “flexibilizar” la Ley de Servicio Civil porque, a su criterio, “beneficia solo a unos cuantos y lo que ha generado es discriminación y un rechazo de la gran cantidad de funcionarios públicos”.

Para algunos, este anuncio es un síntoma de “desesperación” por parte de la candidata para ganar votos, pues, sería la tercera contrareforma que ha anunciado en esta etapa del proceso electoral.

Previamente ha hablado sobre el retorno de los policías al régimen del 24x24, asimismo, firmó un compromiso para derogar dos decretos supremos respecto a la formalización de la pequeña minería.

En cambio, para otros, es una medida de justicia para proteger a los trabajadores más antiguos que laboran en el sector público.

Pero, antes que todo, ¿de qué se trata esta norma?

SERVIR. La Ley del Servicio Civil fue aprobada por el Congreso de la República el día 2 de julio de 2013. Este dictamen pretende ubicar a todos los funcionarios del Estado bajo un solo régimen laboral.

Esto debido a que existen 15 formas distintas de vinculación de los trabajadores con el Estado, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Lo cual implica una coexistencia de servidores con diferentes condiciones para ingresar al servicio, distintas normativas en la estabilidad del empleo, despidos y disciplina.

Asimismo, hay servidores con derechos, obligaciones y hasta remuneraciones salariales diferentes, dentro de una misma entidad, según refiere el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES).

La norma también introduce la meritocracia, es decir, la evaluación del desempeño de los trabajadores del Estado. Asimismo, pretende incorporar a trabajadores con la preparación adecuada para ocupar determinados puestos, a través de concursos públicos.

Para CIES, “la reforna del servicio civil constituye un reto enorme dado que se tiene que hacer efectiva sobre más de 500 mil personas en cerca de 2 mil entidades públicas”.

Sin embargo, acota que es una reforma necesaria debido a que el año 2014, el gasto de personal del Estado fue de más de S/ 38 mil millones frente a casi S/ 22 mil millones en el año 2009 (un crecimiento de más del 72%). Asimimo, el año 2004 se tenía cerca de 1 millón de servidores civiles, mientras que el 2014 había ya 1 millón 400 mil, es decir, un crecimiento del 40% en un

período de 10 años.

FUJIMORISTAS. El actual congresista de Fuerza Popular Juan José Díaz Dios discrepó respecto a “flexibilizar” la norma.

“Más que flexibilizar yo diría revisar (...) a mí más bien me parece que es una ley bastante flexible, en el sentido que puede ser dura en la letra, pero en la práctica no se cumple, y si no se cumple, no sirve para nada”, dijo el aun parlamentario.

Díaz Dios criticó que la Ley Servir no fue concensuada con los gremios laborales, sino que fue impuesta.

Asimismo, acusó al oficialismo de haber diseñado esta ley solo “para la foto”, pues para el piurano “nada ha cambiado, es una ley que suena muy bonito, pero que no ha funcionado. Hay que reformarla con haras al objetivo de que haya meritocracia en los funcionarios que están encargados de los diferentes entes públicos tanto centrales, regionales y locales”.

En cambio, la congresista electa del partido de la “K”, Maritza García Jimenez, sí consideró que la ley merece ser flexibilizada, debido a que “los trabajadores más antiguos no han tenido la oportunidad de acceder a estudios como los jóvenes, ya que antes no existían tantas facilidades para estudiar en el extranjero”.

Además, calificó como “competencia desleal” evaluar de la misma manera a profesionales jóvenes con los antiguos.

“Tú no puedes evaluar a funcionarios que ya tienen 25, 30 años [en un cargo], que obviamente no están capacitados, y querer evaluarlos de la misma forma que a gente joven que tiene, por ejemplo, 8 o 10 años de servicio, con una maestría, con un doctorado”, comentó la abogada.

Ella propuso que se debe tomar en cuenta el tiempo de labor en una posible evaluación, asimismo, brindar la capacitación a los trabajadores que lo necesiten.

DESESPERACIÓN. El congresista piurano de la bancada oficialista, Santiago Gastañadui Ramírez, formó parte de la comisión que tuvo a cargo el proyecto de la Ley en cuestión y votó a favor de proponerla ante el Pleno para su aprobación.

Él reconoce que la norma requiere modificaciones debido a ciertas falencias que presenta, pero acotó que “no hay que dar pasos atrás”, sino que se debe continuar y mejorar la reforma para “profesionalizar el servicio civil”.

Sobre el poco avance de la norma él argumentó que “el Estado es grande, son más de 1800 municipios, 26 regiones, los gobiernos centrales compuestos por ministerios y OPD”.

Por otro lado, opinó que el anuncio de Fujimori responde a un interés de “populismo”.

Por su parte, su compañero de bancada, Leonidas Huayama Neira, señaló que la Ley de Servicio Civil debe continuar implementándose y contar con más presupuesto para fortalecerla.

Sobre el anuncio de la candidata de Fuerza Popular, Huayama comentó que “ella [Keiko] está desesperada por que sus contendores políticos están por encima de ella, por eso está firmando pactos como el de la minería ilegal, que es algo lamentable”.

SINDICATOS. El secretario general del Sindicato Progresista de Trabajadores del Gobierno Regional de Piura, Orlando Codarlupo Cruz, estuvo de acuerdo con que se flexibilice la Ley Servir.

Indicó que se debe respetar la estabilidad laboral de los trabajadores que han ejercido sus funciones durante una buena cantidad de años en el mismo cargo.

Por otro lado, se manifestó a favor del aumento de salarios y de los ascensos que plantea la norma.

“Si bien es cierto, la Ley Servir da muy buenos montos [sueldos], pero va contra la estabilidad”, comentó Codarlupo.

“Los trabajadores somos conscientes que ni en Fujimori ni en PPK hay confianza en la situación que respeten el tema de la estabilidad. Solo son temas políticos coyunturales”.