Día del Padre: historia de dos hombres que con esfuerzo sacan adelante a sus hijos
Día del Padre: historia de dos hombres que con esfuerzo sacan adelante a sus hijos

Cada tercer domingo de junio miles de papás celebran con sus seres queridos y reciben regalos, pero hay otros que lo pasan como un día cualquiera, trabajando en las calles, combis o en el campo para llevar el pan de cada día a sus hogares.

A continuación presentamos dos testimonios de dos hombres trabajadores que nos dan un claro ejemplo de coraje y dedicación han logrado que sus hijos alcancen lo que ellos no han logrado en la vida.

Ricardo Flores Bailón a sus 78 años continúa trabajando de lustrador de calzados en la plaza de armas de la ciudad de Puno, observamos que el paso de los años sus manos fueron marcados con las tintas y con callos y se sostiene con unas muletas que le sirven para pararse ya que había perdido su pierna derecha en un accidente cuando era joven. Esto no le ha impedido para luchar y darle la educación a sus dos hijos.

Ricardo no interrumpe su jornada, con una gorra en la cabeza resiste los rayos solares que la queman por más de 8 horas diarias, el nos comenta que estudió hasta primer grado de primaria después de ahí tuvo que ayudar a su padre vendiendo periódicos para aportar algunos centavos para familia. “Cuando termine la primaria me pude vender periódicos, era canillita, ya luego de joven conocí a mi esposa que vendía helados en la plaza. Al pasar el tiempo con mi esposa embarazada tenía que buscar un mejor trabajo, entonces tuve viajar a Tacna para trabajar, sin embargo en un esos viajes tuve un accidente tránsito el cual a ocasionado que pierda una de sus piernas” nos comenta. 

La discapacidad no le impidió luchar por su familia, cuando habla de sus dos hijos pasa su vida a un segundo plano. “Por ellos me sacrifico día a día, he trabajado de albañil, lavandero y vendedor para darles la educación mis hijos y un buen futuro, algo que quizá su padre no supo darme,” explica el hombre de 78 años mientras lustra el calzado de uno de los funcionarios de la municipalidad.

HUGO. Otra historia de entrega es la de Hugo Andrade (57) quien también sufrió las dificultades de criar a sus dos hijos. Mientras nos relata, él igual que Ricardo continúa con sus labores en la plaza principal. Según nos comenta se levanta cada día a las 4 de la madrugada para ayudar en la limpieza del horas y en la preparación del desayuno.

“Yo salgo a las 6 de la mañana de mi casa, para dirigirme a la plaza de amaras, ya a las 7 de la mañana empiezo a ofrecer a los funcionarios públicos para lustrar sus zapatos”. Hugo Andrade afirma que con la ayuda de sus esposa que es comerciantes, han logrado sacar adelante a su dos hijo que ahora están estudiando en la universidad.

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