Despiden a "juguera" que murió atropellada
Despiden a "juguera" que murió atropellada

Hace 25 años unieron sus vidas y fruto del amor tuvieron tres hijos, ahora de 20, 17 y 2 años y medio. A Bernardino Montesinos Mayta le arrancaron de su lado a su compañera Gregoria Lima Ccami que murió atropellada por un auto cuyo conductor estaba ebrio. El viudo ahora demanda justicia para su esposa.

Contó que “Chota” o “Goya”, como le decían sus familiares y amigos, era el soporte de la familia. Hace siete años vinieron a la ciudad desde Sicuani (Cusco) para darles una mejor calidad a sus hijos.

“Ella era quien mantenía prácticamente a la familia, yo tengo trabajos eventuales y ahora tengo que continuar con el negocio de la venta de jugo de naranja”, contó entre sollozos Montesinos.

Con los ingresos se pagaba los estudios de Administración de su hija mayor y se proyectaba que su segunda hija postule a la universidad, contó.

Ante el fuerte impacto de la muerte de Gregoria hasta ayer aún no le contó a su hijo menor que su madre falleció, al no encontrar la forma de decirlo.

Montesinos pidió que al conductor Edwin Fernández Ticona se le aplique la pena máxima y sea juzgado por los delitos de peligro común y homicidio culposo. Se mostró en contra que solo le dieran cinco meses de prisión preventiva ya que esperaba los nueves meses.

Por su parte la hermana de la víctima, Judith Ccuno Ccami, denunció que la familia del chofer ebrio quiso hacer un arreglo extrajudicial por S/ 10 mil para que desistan de la denuncia, lo que fue rechazado y ahora esperan justicia.

Acotó que el congresista Guillermo Martorell a través de su equipo de prensa se comprometió en apoyar a la familia con la asesoría legal.

Los restos de “Chota” fueron llevados al mediodía al templo de Copacabana para una misa y luego a su casa en la avenida El Sol N° 198 y luego a las 15 h fue enterrada en el Cementerio Municipal de Pocollay en medio de llantos, cantos andinos y pedidos de justicia.