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El interno del penal de varones de Pocollay Bock Roger Valencia Sáez (29), natural de Lima, fue hallado muerto el último miércoles 25 en una celda de meditación.

Los primeros informes de la PNP indican que el condenado a 15 años de cárcel por delito de parricidio se habría suicidado, al hallarse en un estado de depresión por el crimen cometido y aislamiento.

El hallazgo del cadáver se realizó en el pabellón E y al lugar acudieron el fiscal Julio Vásquez, el médico legista Elmo Sánchez y agentes de la comisaría de Pocollay y peritos de Criminalística.

El cuerpo de Valencia estaba en posición de cubito ventral, vestía un bividí de color negro, short a cuadros, además llevaba un polo verde alrededor del cuello.

El médico Sánchez, en un diagnóstico preliminar en el lugar, señaló como causa de la muerte “presunta asfixia mecánica por ahorcamiento o estrangulamiento”, versión que se confirmó ayer en la morgue con la autopsia al cadáver.

PARRICIDA. Bock Valencia el año 2009 protagonizó un execrable crimen. Mató a su hijo de un año y dos meses de nacido en un inmueble de la calle Jorge Chávez N° 2411 del Centro Poblado Bolognesi, luego que su cónyuge María Bermúdez le entregó al hijo de ambos para que lo cuide.

El hallazgo del cadáver del infante se realizó el 23 de mayo de ese año en una chacra del pago Capanique, distrito de Pocollay, tras ser arrojado a un canal de riego envuelto en una bolsa de plástico.

La captura del sujeto se realizó un mes después en la plaza Capitán FAP José Quiñones del distrito Alto de la Alianza, tras varios operativos de búsqueda de los agentes de Homicidios del Depincri.

Luego participó en la reconstrucción del crimen y ante el fiscal Ángel Gutiérrez declaró que había matado a su hijo influenciado por el alcohol y droga.

Familiares ayer dijeron que el occiso habría sido golpeado y asesinado, pero desde la morgue negaron tal versión.