25 crímenes registrados el 2015 aún no son resueltos

En el primer semestre del 2015 se han registrado en la región Tumbes 26 muertes por homicidio, de las cuales 25 aún no se resuelven, es decir, los asesinos caminan libres burlándose de las autoridades. Sólo en uno de los casos el sindicado se entregó.

De estos datos se puede observar que más de la mitad ocurrieron en la provincia de Tumbes y en su mayoría el móvil se debe a venganza y rivalidad entre bandas delincuenciales.

Como se puede observar a través de estos datos en nuestra región existe impunidad por varias razones, entre ellas la corrupción en los operadores de justicia.

semana trágica. En la última semana la provincia de Tumbes estuvo en el ojo de la tormenta tras las cuatro muertes sucesivas.

El 17 de junio tres individuos ingresan violentamente al domicilio de Ronny Steve Chávez Cisneros (22), alias “Firi”, ubicado en el pasaje El Triunfo del barrio San José, Tumbes.

Los criminales le disparan cuatro balazos que provocaron su muerte.

Dos de los presuntos asesinos han sido identificados por la División de Investigación Criminalística (Divincri) y se trata de Cristian García Espinoza (a) “El Tigre” y Luigi Benavides Espinoza (a) Luigui”, integrantes de la banda de “Los Pirulas”.

Para los investigadores este crimen tuvo como móvil la venganza por una mala repartición de un botín entre bandoleros.

La noche del 20 de junio ingresó al Hospital Jamo II-1 el cuerpo sin vida de Félix Ernesto Sierralta Martínez, alias “Gatito” (21).

Según refirieron algunos testigos el finado iba en una motokar cuando fue interceptado por unos sicarios que le disparan a quemarropa 9 veces abandonándolo en la calle Avelino Cáceres en el barrio El Pacífico.

Las primeras indagaciones sobre este crimen involucraban a un requistoriado conocido como “Tahua” y a Luchito “La Pava”, otro ranqueado delincuentes .

En el Día del Padre es asesinado Juan José García García (56) cuando conducía su vehículo en compañía de una mujer y tres niños en el barrio de Pampa Grande.

Los forajidos le disparan desde una motocicleta cinco impactos que acaban con su vida.

En este caso se presume que se trataría de un ajuste de cuentas. Los testigos sindican a los recientemente liberados “Figurita” y “Nanán” como los autores del crimen.

Para terminar con la semana trágica ese mismo día es acuchillado a la altura del corazón el agricultor Néstor Fabián Moreno Luján (34). En este caso el móvil fue una riña entre borrachos en una fiesta en el caserío de Cuchareta Baja, en Zarumillla.

Los pobladores, testigos del hechos acusan a un individuo apodado “Chavo” como el atacante.

En dos de los primeros casos el móvil es un ajuste de cuentas entre bandas delincuenciales, y el tercero no se esclarece.

Otra muerte que puso en alerta a la población y las autoridades fue el triple crimen acontecido en el caserío Uña de Gato, en Zarumilla.

Los delincuentes no tuvieron reparo en dispararle a un menor de 9 años que se encontraba acompañado de su familia.

Los sindicados por este homicidio alias de “Piensa” y “Mojo” ya tienen orden de captura.

A mediados de mayo el caso de un jovencito de 17 años muerto de un impacto en la cabeza conmocionó al distrito de Aguas Verdes.

El menor se encontraba con unos amigos cuando se produce una gresca y un policía que se encontraba en el lugar descarga su arma contra los revoltosos.

El suboficial PNP Carlos Ponce García tras ser sindicado por los amigos de J. C.S.P se entrega a la justicia.

PRISIÓN. A pesar que negaba su participación en el hecho se demostró lo contrario durante una audiencia en el Juzgado de Zarumilla y junto a su hermano George fue acusado de homicidio calificado y enviado al penal donde purga prisión preventiva.

Sólo en este caso hay dos personas purgando prisión por un crimen ocurrido en este año. En los demás aún no hay orden de captura para los sospechosos y en otros no hay testigos.

Para el fiscal de Zarumilla, Darío Cruz Yarlequé, una traba en las investigaciones es que en la mayoría de testigos no rinden su manifestación a la Policía por que son amenazados de muerte o temen represalias por parte de los delincuentes.

Las 26 familias enlutadas esperan que las investigaciones de la Policía y las acciones del Ministerio Público rindan frutos y las muertes no queden en la impunidad como se acostumbra y que los culpables sean condenados.