Disparan en la casa de contratista de Zarumilla

Dos delincuentes dispararon contra la vivienda de un conocido empresario contratista en la provincia de Zarumilla ayer en la madrugada. El agraviado manifestó que nunca ha sido extorsionado y desconoce el motivo del ataque.

DISPAROS. Según indicó Miguel Noblecilla Zapata (50), se encontraba descansando junto a su familia en el segundo piso de su casa ubicada en la calle Tarapacá N° 500 del barrio Miraflores, cuando de pronto escuchó seis disparos en el frontis de la vivienda.

Sobresaltado, el contratista pudo observar que una motokar color amarillo huía del lugar. En ese momento se dio cuenta que cuatro proyectiles habían impactado en la pared de la fachada de su domicilio.

Producto del rebote de los disparos, uno terminó chocando con el techo de su automóvil. Otro proyectil atravesó la ventana y terminó en la sala de la casa, pero felizmente ninguno de su familia se encontraba en este ambiente.

“No me dejaron ningún sobre con balas, tampoco he recibido llamadas extorsivas”, señaló Miguel Noblecilla.

El afectado presume que se trata de un amedrentamiento y piensa que quizás después le lleguen los mensajes de los hampones.

DENUNCIA. El empresario informó que acudió a denunciar el hecho ante la comisaría de Zarumilla.

Los efectivos policiales realizaron las indagaciones preliminares en el lugar, encontrando en el suelo tres casquillos de bala.

“Ya he pedido las garantía del caso. Yo trabajo derecho y no tengo pleitos por ninguna obra”, remarcó el empresario.

Inseguridad. Los vecinos de la zona se quejaron por la falta de presencia de los agentes del orden y exigieron mayor resguardo.

Correo pudo constatar que en el mencionado barrio no había ni un solo patrullero rondando.

Los vecinos informaron que hace una semana la profesora Sandra Dioses, quien vive en la calle Zavala, también fue víctima de los extorsionadores.

A finales de abril , en esta misma provincia, el funcionario regional Henry Garay Canales sufrió un ataque en su domicilio cuando le dispararon tres veces.

Garay recibió llamadas en la que le pedían 20 mil dólares para no atentar contra su familia.