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La repentina partida de la joven profesora Judith Karina Balladares Zevallos (31) a causa de un accidente de tránsito deja un hondo pesar no solo en su familia, sino en sus compañeros de trabajo y alumnos del colegio Santa Rosa de Lima, de la Peña en San Jacinto.

VELATORIO. Los restos de Judith fueron velados en su vivienda situada en la avenida Lima N° 161 en el barrio El Tablazo, en Corrales, en .

Al velatorio asistieron los maestros del colegio N° 48 Santa Rosa de Lima, quienes indicaron que la víctima era una persona alegre, responsable y dedicada a los niños.

“Ella al igual que los otros docentes se preparaba para el Día del Logro, siempre llegaba al colegio acompañada de su padre con una gran sonrisa; su muerte nos cogió de sorpresa”, manifestó el director de la mencionada institución, Félix de Lama Carrillo.

Su padre, Anaximandro Valladares, se quebró en llanto al recordar que era una buena hija y que bromeaba con él.

“Siempre la veía entusiasta preparando sus clases para enseñar a los niños”, comentó entre lágrimas su progenitor.

Se supo que la joven era la última de dos hijas.

Sus amigos de la Iglesia Luz y Vida situada en el caserío de Malvales refieren que era una joven dedicada al servicio a Dios.

“Ella aconsejaba a los adolescentes a los que enseñaba en la escuela dominical y además era líder de los jóvenes de esta iglesia”, manifestó un amigo.

entierro. Los familiares informaron que hoy a la 1:00 p.m se reunirán en el centro evangélico para luego partir hacia el cementerio de Corrales y darle el último adiós.

Se supo que sus alumnos del primer grado del colegio mencionado acudirán con sus madres a despedir a su querida maestra.

Como se recuerda la joven falleció en la carretera San Jacinto- Corrales cuando se dirigía a su centro de labores en una motocicleta junto a su padre. Este perdió el control del vehículo y ambos cayeron al pavimento, un volquete que pasaba por el lugar le destrozó el cráneo con las llantas.

Las primeras investigaciones de la Policía no han sido concluyentes ya que el vehículo intervenido no presenta ningún rastro de sangre.

El conductor del volquete sindicado como el que causó el accidente manifestó a los investigadores que solo frenó y corrió a auxiliar a los heridos.

Los moradores sostienen que un volquete de color azul fue el que la atropelló y que luego fugó del lugar.

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