La Contraloría General de la República supervisó el Hospital de Zorritos, en Tumbes, y encontró una serie de deficiencias en la operatividad.
Manuel Tantaleán, jefe de la Contraloría en Tumbes, señaló que el nosocomio cuenta con un ecógrafo valorizado en 25 mil dólares, y un equipo de rayos X, pero ambos están inoperativos, debido a que no hay personal especializado para el manejo de dichos equipos.
Además, tiene una sala de operaciones pero no hay médicos especializados. A la vez, las dos ambulancias están inoperativas desde el año pasado.