Un informe sobre la banalidad del amor: una relación de mundos opuestos
Un informe sobre la banalidad del amor: una relación de mundos opuestos

Marburgo, 1925. Lo que pudo haber sido una simple relación de admiración entre una joven estudiante y su profesor, terminó por convertirse en una de las historias más tórridas de la época- desde la preguerra- de una Alemania que comenzaba a experimentar un cambio trascendental en su vida social.

Un informe sobre la banalidad del amor nos abre un relato íntimo a la vida de Martin Heidegger y Hannah Arendt. Él, una eminencia de la filosofía del siglo XX que desde las aulas universitarias expone sus vivencias al público. Ella, una joven amante del pensar que envuelve a una sociedad alarmada por nuevos y amenazantes dilemas que la llenan de temor. Ambos se encuentran y comienzan un idilio que por años ( y la guerra) los lleva a vivir una pasión imposible.

Hannah, interpretada con una mezcla de dulzura y soberbia por Camila Zavala, demuestra en su primera aparición a una niña inquieta que no puede ocultar su admiración por un hombre al que anhela considerar su mentor, y que mientras tanto desea sentirse seducida por los primeros presagios del verdadero amor. A lo largo de la trama, la actriz deja de lado la inocencia para demostrar una actitud más persuasiva, llena de incertidumbre por el temor que supone la llegada del nazismo a Alemania y la desesperada huida que debe hacer para no ser víctima de la crueldad por su origen judío.

Mientras que la experiencia de Heidegger es retratada por Javier Valdés, como un hombre dispuesto a enseñar las reglas de la vida, a compartir su experiencia con una joven mujer a la que idealiza y por la que no duda en poner en riesgo su propio matrimonio. Pero que también nos hace ser testigos del temor que debe cargar, que lo rehúsa a afrontar la realidad y a no poder lidiar con sus demonios por el mero hecho de salvaguardar su honra frente al Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores.

La química entre ambos, los únicos actores con los que gira la puesta en escena, se siente a raudales. Y demuestra que es posible tocar con delicadeza un episodio trágico de la historia mundial de largo aliento frente al público.