El calificativo “El malo del Bronx” le cae a pelo. El músico, compositor y actor Willie Colón no tiene reparos en decir lo que siente y lo que le gusta.

El intérprete de ascendencia puertorriqueña, una de las leyendas vivas de la salsa, regresa a Lima en junio como parte del festival “Una noche de salsa 6”, donde rendirá un sentido homenaje a Luis Delgado Aparicio, “Saravá”, y nos habla del lanzamiento de su libro autobiográfico y de su deseo de que su vida sea llevada al cine.

“En este concierto habrá mucha salsa dura y de la buena”, aseveró el intérprete de Gitana e Idilio.

Tuvo un emotivo mensaje a Luis Delgado Aparicio...

Él fue la voz de nuestra música mundialmente. Mucha gente respetaba sus opiniones y artículos. Cuando íbamos a Perú se preocupaba por recibirnos de una manera cariñosa y chévere. Va a hacer mucha falta. Fue un buen representante de los peruanos, un buen embajador.

Acaba de cumplir 65 años de vida y 50 años del aniversario de sus primeras grabaciones. ¿Cómo ha evolucionado la salsa?

He tenido muchas subidas y bajadas personalmente. Gracias a Dios sigo participando a esta edad. Le doy gracias a los músicos, compositores y promotores que me han apoyado a través de los años. Creo que esta música no muere y es una cosa universal desde México a Perú y Nueva York. Los latinos la aprecian, la salsa es una cultura universal. Con la salsa hemos podido lograr lo que todavía no hemos podido políticamente.

¿Hay nuevos exponentes en la salsa?

Hay varios, pero estamos en una revolución digital y todo está cambiando. Es difícil pronosticar algo. Ya no hay disqueras grandes como La Fania, estamos como en el limbo porque ya no hay vinilos ni CD. Todo es electrónico. Creo que esta música hay que tocarla en persona, no de forma electrónica.

Se ha escrito mucho sobre la salsa y parte de su vida, ¿pero piensa escribir un libro autobiográfico?

Estoy en ese proyecto hace varios años, estamos en negociaciones con una compañía. Tengo todo preparado, solo hay que finiquitar ciertas partes, pero es posible que dentro de seis meses pueda haber un libro.

¿Le gustaría una película sobre su vida?

Sí, cómo no. Me encantaría el proyecto. Hay suficiente material escrito para los guiones.

Usted criticó mucho la película de Héctor Lavoe. Si se hace una película sobre usted, ¿estaría pendiente de los detalles?

Claro. Me gustaría hacer algo más correcto. En la película de Héctor dejaron pasar muchas cosas positivas de su legado, solo destacaron su tragedia (su adicción). La gente lo quería por su talento y sentido del humor, por sus letras y las canciones que escribía.

Gracias a su trabajo recibió un Grammy honorífico. ¿Qué piensa de ello?

Lo acepto humildemente, pero es un sentimiento agridulce; los premios son muy políticos. Todo depende de con quién estás bien o estás mal, hay gente que se lo merece. A mí no me lo dieron por un disco; me dio pena por eso.

Aparte de la música, ¿seguirá tentando en la política?

Yo fui consejero y enlace de la alcaldía de Nueva York por doce años hasta fines de 2013. Antes de eso me postulé como defensor público de la ciudad de Nueva York en el 2001. Siempre me ha gustado la política desde chamaquito. Es importante darle una cara a los latinos especialmente afuera para que los políticos se den cuenta de nosotros, cualquier cosa para motivar e incentivar a los salseros, para que se dejen ver, es importante. Si no participan no van a recibir ni respeto ni atenciones ni beneficios del Gobierno.

¿Todavía sigue pensando en una reconciliación en los escenarios con Rubén Blades, pese a que él lo ha descartado por completo?

(Risas) Yo nunca digo nunca. Todo es posible.

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